_Capítulo 18: Una vieja promesa ( continuación)

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"Me gustaría eso", dijo Aide, sonriendo.

"Genial", respondió Leonardo. "Pero debemos ser realistas. Tú debes terminar tu carrera y yo tengo que encargarme de mis cosas. No será fácil".

Aide asintió. "Lo sé. Pero vale la pena intentarlo".

"Absolutamente", dijo Leonardo. "Y quién sabe, tal vez en el futuro podamos..."

Aide se rió. "No te adelantes. Primero debemos superar los obstáculos del presente".

Leonardo se rió también. "Tienes razón. Pero es divertido soñar".

La familia de Aide se unió a la conversación, animando a Aide a terminar su carrera y a Leonardo a seguir adelante con sus planes.

"Recuerda, Leonardo, que siempre serás bienvenido aquí", dijo la madre de Aide. "Eres como parte de la familia".

"Gracias", respondió Leonardo. "Significa mucho para mí".

"Y no te preocupes por Aide", agregó el padre de Aide. "Ella es una chica fuerte y capaz. Sabrá lo que hacer".

Aide se sonrojó, sintiendo la mirada de Leonardo sobre ella. Sabía que debía tomar decisiones importantes en su vida, y que Leonardo no podía ser parte de ellas. Al menos, no por ahora.

"Bueno, creo que es hora de que me vaya", dijo Leonardo, levantándose de su silla.

Aide se levantó también, y lo acompañó a la puerta. "Gracias por venir", le dijo. "Significa mucho para mí".

Leonardo sonrió. "De nada. Me divertí mucho".

Y con eso, se despidieron, sabiendo que su amistad era fuerte, pero también sabiendo que la vida los llevaría por caminos diferentes.

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