Haerin sale de la ducha, envuelta en una toalla y corriendo hacia su dormitorio. "¿Qué decías? No pude oírte," le dice a su amiga, peinándose el cabello mojado. Haerin mira a la mujer que actualmente está recostada en la colcha roja de Haerin, distraída con el episodio de Parks & Recreation que está viendo.
"Hanni."
Al escuchar esto, la chica de cabello negro levanta la vista antes de que la realidad le llegue. Señala el teléfono de Haerin en su escritorio. "Ese cosa ha estado sonando durante cinco minutos," explica antes de volver a la pantalla de su laptop.
Haerin frunce el ceño y agarra su teléfono, gimiendo al ver las innumerables llamadas perdidas de su madre. Haerin quiere a su madre, que quede claro. Lo que no le gusta es cómo la mujer puede hablar durante horas, ignorando completamente el horario de Haerin y luego tener la osadía de hacerle sentir culpa ("¿Primero te mudas lejos de mí y ahora ni siquiera puedes hablarme por teléfono?")
A principios de año, Haerin se despidió de su antigua vida en Cheongju y se mudó a Seúl para terminar su carrera en psicología, en la que está ya a mitad. Su madre no lo tomó bien al principio, pero después de algunos mimos necesarios, más o menos comenzó a aceptar la situación. Afortunadamente, su padre era mucho más relajado.
No queriendo vivir en el campus, Haerin logró encontrar un apartamento de tamaño decente con un alquiler semanal que no la dejaba completamente en bancarrota. Su compañera de cuarto, una pequeña y sorprendentemente intimidante chica llamada Chaewon, resultó ser menos fría de lo que ella había supuesto, y las dos incluso habían formado una amistad.
Entre completar las tareas que la dejaban exhausta durante una semana y trabajar los fines de semana en una cafetería local, Haerin comenzó a caer en una rutina, con Chaewon convenciéndola ocasionalmente de salir con sus amigos.
No fue hasta una reunión de yunjin en abril que conoció a Hanni. Inmediatamente, las dos hicieron clic, a pesar de la habitual torpeza de Haerin al conocer a alguien por primera vez. La chica mayor era algo torpe a pesar de su reciente promoción en una importante firma contable, y también una de las personas más amables que Haerin ha conocido. A lo largo del año, las dos se han vuelto más cercanas, y Haerin incluso iría tan lejos como para considerar a Hanni una de sus amigas más cercanas.
El sonido de su tono de llamada rompe los pensamientos de Haerin, y responde la llamada a regañadientes.
"Hola–"
"¡Kang Haerin! ¿Por qué no has respondido a mis llamadas?"
Haerin pone los ojos en blanco. "Estaba en la ducha."
"No es suficiente," le dice su madre. "¡Y pensar que ha pasado tanto tiempo desde la última vez que hablé contigo!"
"Mamá, ha pasado una semana."
"¡Exactamente!" Exclama su madre antes de devolver su voz a un tono normal. "¿Vas a venir a casa la próxima semana para Navidad, verdad?"
El recordatorio relaja a Haerin. Aunque ha encontrado un nuevo hogar en Seúl, ha estado anhelando las calles familiares de su ciudad natal. "Por supuesto."
"¡Qué bien! Hyein no para de mencionarlo."
Una de las cosas más difíciles de mudarse había sido dejar a su hermana menor, Hyein. El pensamiento de reunirse después de tanto tiempo llena a Haerin de alegría. "No puedo esperar a verlas," dice con sinceridad.
"No podemos esperar tampoco. Pero..." La voz de su madre se desvanece.
"¿Qué?"
"¿Qué pasa con tu novia?"
