El ensordecedor sonido del boombox tocando una canción de la vieja escuela y el vaivén de los cuerpos en el suelo llenaban el amplio departamento. Haerin avanzó con cuidado junto a su novio, quien la sujetaba de manera posesiva.
"Que sea una fiesta temática no significa que tengas que mostrar tu cuerpo a todo el mundo así", comentó su novio con una actitud casual, pero eso dejó un dolor en el pecho de Haerin.
El tema era héroes y villanos.
Haerin estaba vestida con un traje rojo en el que decía "malvada" en letras negras. Tenía botas rojas que combinaban con el traje y pequeños cuernos. Claro, sus muslos estaban parcialmente expuestos, pero no entendía por qué Niki hacía un gran escándalo al respecto. Después de todo, él había rechazado llevar un disfraz a juego.
"Voy a ir al baño", dijo, soltándola.
"¿Puedes traer algo de ponche cuando regreses?", pidió Haerin.
"Vale."
La morena miró la espalda que se alejaba de su novio disfrazado de Bucket o' Soldier de Toy Story. Solo sus ojos eran visibles, el resto estaba cubierto de verde.
Suspiró y se dirigió hacia sus amigos, saludándolos y charlando un poco. Niki tardó en traer el ponche, dándole a Haerin demasiado tiempo libre, así que bebió algunos tragos y jugó con sus amigos. Después de lo que le parecieron dos horas, decidió buscarlo. Él no respondía sus llamadas ni mensajes. Logró abrirse paso entre la multitud y encontrar al soldado verde. Fue una visión aterradora que, lamentablemente, le era familiar.
"¡Qué caradura, idiota!" Haerin agarró la muñeca del soldado que estaba besándose con una mujer al azar.
La persona disfrazada se giró confundida hacia la furiosa morena antes de levantar su máscara facial para cubrir sus labios, ya que lo habían apartado de la chica que lo estaba devorando.
"¡Dijiste que no tenías novia!" La chica se burló del soldado verde y se alejó, molesta por haber perdido el tiempo.
Él no tendrá novia por mucho tiempo, pensó Haerin.
"¿Olvidaste cómo hablar?" La chica, furiosa, roló los ojos y arrastró al soldado lejos. Parecía demasiado desconcertado para reaccionar.
La llevó al piso superior hasta una habitación vacía y cerró la puerta con llave.
Ya había tenido suficiente.
"¡Debería dejarte, idiota, de verdad debería!" La chica de ojos felinos gritó, sosteniendo la mano del soldado con una fuerza mortal.
"Siempre dices que vas a parar, ¿por qué no lo haces?" Las lágrimas asomaron en sus ojos y su voz se quebró. "¿No soy suficiente para que seas leal...?! ¡Contéstame, maldita sea!"
El soldado bajó parcialmente su máscara verde. "Oye, estoy seguro de que mereces todo el respeto que las personas pueden darte..."
"¡Entonces, ¿por qué no me respetas?!"
En este punto, Haerin estaba algo ebria, y tal vez más que eso, dependiendo de lo que le pusieron en las bebidas.
Ni siquiera prestó atención al hecho de que la voz de él sonaba diferente. Estaba demasiado enojada, borracha y emocional para ser perceptiva.
"Lo hago—"
"¡No lo haces! ¡Piensas que es divertido humillarme!"
"Por supuesto que no—"
"¡No lo niegues, puedo verlo...!" Suspiró, cubriéndose la cara con las manos.
"Ah, ahí, ahí..." El soldado la abrazó con fuerza.
