°Sexual-Assault!?°

Emergencias

Se despertó en una camilla de hospital, no pensó realmente que la situación que había pasado antes le iba a afectar tanto. En realidad no lo hacia, fueron los nervios y la presión que sintió en un momento tan corto que todo se cayó sobre su espalda, provocandole aquel desmayo.
Lo que menos quería ahora era que su hermano le empiece a preguntar cosas, sabía que lo iba a hacer, pero realmente no tenía las ganas de responderle.

Miro para sus alrededores. No encontró ningún rastro de Yoriichi, le era un alivio que no estuviera pero al mismo tiempo lo hacía sentir desprotegido ante cualquier mal.
Lo primero que encontró fue su teléfono, vio que todas sus notificaciones eran mensajes y llamadas...De Muzan. Pareciera que se estaba volviendo loco por querer saber donde estaba, después de todo se fue del hogar sin avisar.

Le sorprendía el hecho de que Muzan aún no le haya hecho una marca de aparariamiento en su contra desde de esas noches en su celo, pero lo estaba reclamando de una forma en la que si parecía que si lo había marcado. No parece auténtico, parece desesperado, escondiendo algo bajo todo eso, talvez era la vista que tenía en dejar su propia descendencia para no dejar que personas como el dejen de existir.
Si las personas como el dejaran de existir, sería un favor muy grande para todo el mundo, evitando conflictos que no estaba ahí, que se hubieran solucionado con la simplemente muerte de esas personas.

Michikatsu cada vez se daba más cuenta de la forma en la que estaba siendo usado, solo para dejar una descendencia fija, se había atrasado tanto en darse cuenta de tantas cosas cuando se dejó llevar y cegar por las fermonas del alfa, que no era mejor que el ahora.
Era buscado solamente por hechos sexuales y familiares, cosas las cuales no tenían nada que ver con el. Fue introducido a los temas a su contra mediante ese maldito contrato el cual le quitaba libertad sobre las decisiones que Muzan tomaba sobre el, ahora aparte de no ser mejor que el, era su marioneta, atadó a hilos que no deberían de estar ahí.
Desearía poder quedarse en ese lugar el tiempo que quisiera, pero ni sabía en cuál de todas las salas de emergencias se encontraba.

Quiso levantarse, pero cuando lo intento alguien abrió la puerta.
Tamayo. Una doctora que se especializaba en la mayoría de aspectos de la medicina, pero siempre prefería estar en la sala de emergencias por cualquier apuro en donde su ayuda y aporte pueda ser necesario.
—Michikatsu ¿Verdad?—

El omega mencionado movió su cabeza para responder con un sí. La doctora se acercó y se sentó en una silla pequeña a su lado. —Es bueno que hayas despertado. Tus niveles de azúcar en sangre eran muy bajos, además de que tienes golpes y rasguños por tu cuerpo. ¿Hay algo de lo que algún policía debería de enterarse?—
La sangre de Michikatsu de heló cuando escucho "saber " y "policía" Era todo lo que no quería involucrado en todo lo que estaba viviendo.
Movió su cabeza de lado a lado en señal de no. No quería decir nada, ni una sola palabra era capaz de salir de su boca.

—Entiendo..— Ambos se miraron por un tiempo muy corto, cuando alguien más abrió la puerta.
—¡Hermano! Juro por dios que trate de llegar lo más rápido posible, pero la ambulancia no me dejo ir con ellos.—
Tamayo se levantó para irse y dejar a los hermanos a solas, a lo cual Yoriichi se sentó en el mismo lugar donde ella estaba sentada anteriormente.

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