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—Bajate de ahí y acomodate la falda— decía Sergio a la pequeña de cabellos rubios como su papá y pecas en el rostro.

—Mira papi, soy una princesa— decía Carlota mientras se colocaba su tiara de plástico en su despeinado cabello en dos trenzas.

Sergio fue a recoger a sus dos creaturas a la escuela. Franco ya estaba en la primaria y Carlota en el kinder.

—Papá, papá— llegó corriendo Franco emocionado para subirse al carro—Hoy en la escuela saque 10 en matemáticas.

—Felicidades amor, ¿Carlota, por qué andas tan inquieta?

—Por nada papá, vámonos ya.— dijo la pequeña de 3 años apresurada mientras Sergio la acomodaba  en la sillita para niños.

—Señor Pérez ¿Puede venir un momento?— dijo el profesor Vettel y Sergio observo a la pequeña que lo veía con una cara sería.

—Ahí voy maestra— dijo el de pecas viendo a su hija con una mirada "Vas a ver"

Sergio entro al salón de clases mientras Franco y Carlota jugaban en el área de juegos de la escuela.

—señor Sergio, usted sabe que lo aprecio mucho al igual que su esposo— dijo el profesor Vettel —Al igual que admiro el excelente trabajo que han hecho ambos al criar dos pequeños maravillosos a sus 29 años pero, quiero hablar de cierto comportamiento que ha tenido Carlota estos días.

—Digame— dijo Sergio mientras por dentro pensaba en "ay no, ahora que hizo está chamaca"

—Mordio a un compañero, a "su mejor amigo" Nikola— dijo Sebastián mientras se colocaba sus lentes para buscar el reporte del incidente.

—Ay Dios mío— dijo Sergio

—Sumado que me dijo que le jalara el dedo y cuando lo hice sin saber que era eso se tiró un gas en plena clase alborotando la paz.

Sergio estaba metido en su cabeza mientras escuchaba lo que decía el profesor y una sola cosa tenía en su mente... Matar a su marido y castigar a su hijo por enseñarle esas malas costumbres a la pequeña niña.

—Le dio las gracias al profesor y se dirigió a su casa con los dos pequeños en la parte trasera del carro cantando.

—Llegue familia— dijo Max entrando por la puerta mientras los dos pequeños corrían a abrazarlo y su esposo le daba un tierno beso mientras le decía que fueran a la cocina.

—¿Que piensas al respecto?— le pregunto Sergio al rubio esperando una respuesta después de decirle lo que había sucedido con Carlota.

—Ya no voy a jugar tan brusco con ella, es una niña y a veces se me olvida.

—Aunque debo reconocer que fue gracioso pensarlo ahorita. Carlota salió bien inquieta pero así la amo— dijo Sergio mientras suspiraba.

—Oye Checo, ya publique el carro para venderlo por fin y terminar de hacer la ampliación de la casa— dijo con emoción Max y Sergio abrió su marketplace para ver la publicación.

—Oh, vaya— dijo Sergio entre risas y Max al no entender el de pecas le pasó su celular.

—Oh, vaya— dijo Sergio entre risas y Max al no entender el de pecas le pasó su celular

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F1 a la mexicana libro 2 (Chestappen & multishipp) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora