CAPÍTULO 11

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Miles, eran las vueltas inquietas las que daba en mi cama.
Insomnio dicen que lo llama, yo lo describiría como una sensación de amor incorrespondido.
Mi mente me fallaba otra noche más, no podía dejar de pensar, de imaginarme que sería de nosotros si no hubiera puesto fin a nuestra relación. Me preguntaba si en esas noches en vela que pasaba por tu culpa, al menos tu me soñabas.
Rencor, te tenía tantísimo rencor que no podía dejar de llorar de la impotencia que me causaba acordarme de todo el daño que me habías hecho.
No podría describir ese sentimiento que me llevó a odiarme por amarte.

DE ORO BLANCO Y DIAMANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora