𝟘𝟛. 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚

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Pov. Marta

Llevaba unos días con esta familia, y eran siempre tan simpáticos como el primer día, incluso Stan había empezado a confiar más en mí, era la primera vez que estaba cómoda en una casa.

Trabajaba por las tardes normalmente puesto que era cuando Wendy se iba, una simpática adolescente, también fue muy agradable conmigo.
Soos y Melody me habían, puesto una habitación para poder dormir, solo tenía una cama, pero era suficiente para mí, tampoco tenía muchas cosas, mejor dicho, no tenía nada. La joven pareja es muy amorosa, estoy segura de que su hijo será muy feliz con ellos.

La abuela de Soos también era bastante amable aunque no hablaba mucho con ella, normalmente ella limpiaba o veía alguna telenovela en la televisión, supongo que lo normal.

Los dos gemelos eran súpercariñosos aunque todo lo contrario entre ellos, Mabel era muy activa y entusiasta, siempre que podía me pedía que hiciera manualidades con ella, es muy sonriente, en cambio, su hermano, Dipper, es más tranquilo y relajado, también conversa conmigo, siempre intenta sacar el tema de como llegue al pueblo, es muy curioso.

Y por último los adultos Pines, Stanford siempre estaba en el sótano, decía que ahí hacia sus estudios e investigaciones, baje alguna vez para llevarle comida, pero no me queda mucho por no molestar, en cambio, Stanley siempre estaba en la parte de arriba con los niños o viendo la televisión, decía que su hermano siempre había sido un "nerd" y ahora estaba haciendo estudios profundos sobre su viaje en barco. Son una familia muy pintoresca.

Esa tarde me encontraba en la caja registradora, no había muchas personas así que simplemente estaba sentada hablando con Melody, en ese momento Soos entró y me pidió que fuera al almacén por unas cajas, sin problemas fui al lugar, pero al llegar me quedé quieta en la puerta mirando a todas las cajas que había, sabía que tenía que tomar unas bolas de nieve, pero, no tenía ninguna idea de dónde se encontraban.
Minutos más tarde llego Soos a preguntar que me ocurría.

- Oye Marta, ¿está todo bien? Llevas aquí mucho tiempo, ¿no encuentras las cajas?

- Pues sí, no sé donde están, es que son muchas cajas.

El hombre la miró extrañado y se acercó a unas cajas señalándolas, eran dos o tres apiladas, tenían escritas las palabras en un rotulador negro para así poder saber lo que contenían.

- Marta, está aquí escrito, se ve claramente, ¿no te has dado cuenta? Si están aquí al lado, ya te paso alguna vez, ¿es que necesitas gafas? Podemos ir a que te revisen la vista si lo necesitas.

- Muchas gracias Soos, pero, no es eso, es um...

Tosí un poco, no sabía cómo podía explicar esto sin que pareciera una broma, una tontería o algo inventado para no hacer el trabajo bien, suspiro y empezó a jugar con sus manos mirando al suelo.

- Yo veo perfectamente, es solo que...um, no sé qué pone, no sé leer, mucho menos escribir...

Soos se empezó a reír pensando que era una especie de broma o algo por él estiló, siguió hasta que vio que yo no decía nada más y seguía mirando al suelo, entonces volvió a hablar.

- ¿Lo dices en serio? Perdón por reírme, pensé que era una broma...

- No lo sabías, no te preocupes.

Los dos nos quedamos callados unos momentos sin saber que más decir, seguro que ahora creerían que era tonta, en cierto modo, lo soy, ¿qué clase de adulta no sabe algo tan básico? Yo.
El hombre se acercó a mí y me tomó de un hombro sonriendo.

ɢᴏʟᴅ ʜᴇᴀʀᴛ | 𝓢𝓽𝓪𝓷𝓯𝓸𝓻𝓭 𝓟𝓲𝓷𝓮𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora