𝗟 𝗢 𝗦 𝗧 𝗛 𝗨 𝗠 𝗔 𝗡 𝗜 𝗧 𝗬 | THE WORLD IS NO LONGER WHAT IT WAS. HUMANITY IS LOST. NOW YOU HAVE TO TRY TO SURVIVE.
𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 malory grimes asume
el mayor cargo de su vida después
de...
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Shane, Rick, Daryl y Glenn se habían adentrado en el bosque en busca de Sophia Peletier. Mientras tanto, el resto del grupo trataba de despejar los coches que bloqueaban la carretera, intentando encontrar una salida de aquel interminable atasco.
Malory no podía evitar preocuparse por la pequeña Sophia, su mente imaginando los peores escenarios posibles. Sin embargo, una parte de ella sentía un alivio silencioso: podría haber sido Carl el que se hubiera perdido. Carol, la madre de Sophia, estaba apartada, mirando al punto donde su hija había desaparecido en el bosque. El enojo en sus ojos, dirigido hacia Rick, era evidente.
—No nos iremos de aquí hasta que vuelva mi hija— exigió Carol con voz firme, su mirada fija en Shane. La tensión en el ambiente era palpable.
Lori, notando la creciente hostilidad, se acercó para intentar calmar la situación.
—Oye, eso está claro— dijo Lori, poniendo suavemente un brazo sobre los hombros de Carol.
—Rick y Daryl están en ello, ¿vale? —añadió Shane, intentando sonar convincente— Es cuestión de tiempo.
Carol asintió, pero la preocupación no abandonó su rostro mientras se alejaba hacia su esquina habitual. Andrea se acercó a Shane, y Glenn se unió a la conversación, seguido por Malory, que había estado cerca.
—Cuanto antes nos vayamos mejor— opinó Andrea, su voz aún temblando por la reciente experiencia— Todavía estoy histérica por ese rebaño que ha pasado, o como quieras llamarlo.
—Sí. ¿Qué era eso? —preguntó Glenn— ¿Todos viajan en grupos así?
—Un rebaño— explicó Shane— Se desplazan así. Ya lo vimos cuando atacaron el campamento en Atlanta. Pero, bueno. ¡Vamos, chicos! Todavía queda mucho que apartar.
Glenn, Malory y Andrea se alejaron de Shane para continuar con su tarea. Malory se subió al coche mientras Andrea y Glenn se colocaban en el maletero, listos para empujarlo si fuera necesario. Giró la llave con cautela, y sonrió de alivio cuando el motor finalmente rugió.
