Octubre Cake

Hyunlix. Primer día de novios (fluff)

Hoy Felix salió temprano de casa para ir hacia la escuela, estaba en el último año y no faltaba mucho para que termine, tenía dieciocho años recién cumplidos, finalmente era mayor de edad y lo mejor de todo era que un día después de su cumpleaños, Hyunjin le preguntó si quería ser su novio.

Llevaban siendo amigos desde el comienzo de la escuela hacia cinco años y Felix estaba perdidamente enamorado de él desde el primer momento, pero por temor al rechazo nunca se atrevió a decir nada.

Fueron intensos y largos años creyendo que su enamoramiento era unilateral, aunque hubo momentos en los que creyó que tal vez tenía oportunidad.

Las veces que sus ojitos marrones se encontraban con los de Hyunjin en una habitación llena de personas, los días que Hyunjin decidía cambiar de camino para acompañarlo a casa e incluso las ocasiones en que Hyunjin dejó sobre su escritorio un chocolate.

Pasó los años queriendo ser especial para él y finalmente ayer antes de irse a dormir, Hyunjin lo llamó.

—¿Puedes salir un segundo afuera?—él preguntó en voz baja.

Felix parpadeó curioso, estaba en pijama y listo para ir a la cama—¿Afuera? ¿Te refieres a afuera de mi casa? ¿Ahora? ¿Por qué?—el rubiecito se acercó a la ventana de su habitación y sus ojitos se ampliaron al ver a Hyunjin en la vereda, el chico alto aún estaba en su uniforme escolar.—¿Sucedió algo? ¿Por qué has venido a casa?—preguntó preocupado, no demoró en salir de su cuarto.

Bajó las escaleras apresurado, sus pies descalzos resonaron en el piso de madera, su padre aún estaba mirando televisión y solo le dedicó una mirada curiosa cuando le vio ponerse las pantuflas.

—te estaré esperando aquí—Hyunjin dijo antes de cortar.

Felix metió el celular en el bolsillo de su abrigo y salió de casa, no estaba seguro de por qué Hyunjin había aparecido en su casa tan tarde.

Esperaba que no fuera nada malo.

—¿Está todo bien?—preguntó con temor cuando abrió la reja del portón para salir hacia la vereda.

Hyunjin aún estaba en su uniforme, ni siquiera tenía un abrigo puesto, solo la camisa manga corta y una camiseta debajo, su pantalón negro estaba un poco arrugado. Hoy en la escuela, Hyunjin le había regalado una bufanda por su cumpleaños, así que Felix no comprendía por qué más estaría aquí, ya le había dado un obsequio e incluso habían comido junto con sus amigos unos cupcakes que Jisung llevó para celebrar.

—eh, sí, está todo bien—Hyunjin se vio nervioso, sus mejillas estaban un poco ruborizadas, el chico alto se llevó las manos hacia los bolsillos—¿Estabas por dormir?—él preguntó al verlo con el pijama, con el abrigo solo se veía más adorable.

Felix se sonrojó un poco, río tímido—sí, tengo que dormir mis ocho horas o soy un zombie—susurró jugando con sus dedos.

—Felix—Hyunjin tragó saliva y el rubiecito parpadeó repetidas veces.

—¿Sí? ¿Quieres decirme algo?—temeroso, el chico de pequitas creyó que podría ser algo malo.

—la bufanda—murmuró inseguro—no era el único regalo, pero no me animé a darte el otro delante de los chicos—dijo lleno de nervios, Hyunjin sacó de su bolsillo una pequeña bolsita transparente y tomó la mano de Felix para dársela.

La mano de Hyunjin era más grande que la suya, cuando lo tomó así, su pequeña mano casi desapareció de la vista, pero el toque no duró demasiado, Hyunjin apartó su mano en cuanto Felix sostuvo el regalo.

Sus ojitos marrones se ampliaron al ver un collar de mostacillas celestes, casi igual al collar de mostacillas rojas que Hyunjin llevaba puesto.

—oh, es hermoso ¡Es igual al tuyo!—chilló contento, no demoró en sacarlo de la bolsita e iba a ponérselo solo, pero Hyunjin le ayudó, sonrió tímido y se colocó detrás suyo para colocarle el collar, Hyunjin le acomodó el cabello para no engancharlo y con cuidado se lo colocó.—¡Me encanta, Hyunjin!