Eruri Zone ☘️

3:08 am (Drabble)

Levi supo que no iba a conciliar el sueño cuando el reloj de madera colgado en la pared marcó las tres de la madrugada, con sus manecillas acercándose lentamente al octavo minuto.

Resignado, se puso de pie y salió de su habitación, sintiendo el suelo frío bajo sus pies y el aire helado que se colaba por las ventanas. No estaba durmiendo en el mejor sitio posible, y eso solo empeoraba la dificultad de descansar, más que de costumbre.

Bajó las escaleras, buscando... realmente, cualquier cosa que lo distrajera del insomnio.

Y lo primero que notó fue que no estaba solo en plena noche; con el cuerpo cansado, pero trabajando igualmente, Erwin Smith estaba ahí, sentado en una silla, leyendo varios informes a la luz tenue de una vela. Levi frunció el ceño; no le agradaba en absoluto que su comandante forzara la vista y se privara del descanso.

—¿Por qué sigues despierto? —preguntó Levi mientras le quitaba los informes de las manos a Erwin.

—Podría preguntarte lo mismo, y de todas formas, es de mala educación tomar lo que no es tuyo.

—Bien, tomaré lo mío nada más —Levi tomó la mano de Erwin, provocando que este último sonriera divertido.

—Capitán, está bastante grosero esta noche —comentó Erwin con una nota burlona, apretando la mano de Levi con suavidad.

—Estoy cansado, y sé que tú también lo estás, así que andando. —A Levi no le gustaba admitir que su insomnio empeoraba cuando Erwin no estaba a su lado.

—Tengo que terminar de revisar esto —replicó Erwin, testarudo como siempre, priorizando el trabajo sobre su propio descanso. En eso, él y Levi eran bastante parecidos.

Sin demasiadas energías para discutir, Levi soltó la mano de Erwin, dando la impresión de que se marcharía. Pero en lugar de eso, tomó una silla y la arrastró junto al comandante. Se sentó a su lado y, sin decir una palabra más, recostó su cabeza en el hombro de Erwin.

Erwin se sorprende, pero no dice nada. Sabía que Levi no era de los que se quedaban quietos, mucho menos en momentos de debilidad. Sin embargo, la sensación del peso de Levi en su hombro le hizo sentir bastante calma.

—Si te quedas aquí, no terminaré nunca —Murmura Erwin, aunque su tono carecía de verdadera protesta.

Levi cierra los ojos, el cansancio acumulado está haciendo mella. La calidez de Erwin y el olor a tinta y papel se mezclaban, creando un ambiente extrañamente reconfortante.

—No me importa —Responde Levi con voz baja— Toma tu tiempo... pero no me pienso mover de aquí.

Erwin dejó escapar un suspiro resignado, pero no pudo evitar sonreír mientras seguía leyendo los informes, ahora con Levi a su lado.

Los minutos se desvanecen, y en poco tiempo, Erwin siente el ardor en sus ojos, un recordatorio de que su cuerpo está agotado. Desvía la mirada hacia Levi y se da cuenta de que está quedándose dormido, el rostro relajado pese a la incomodidad de la silla.

—Levi, no quiero que duermas en una silla —murmura Erwin suavemente, casi con un susurro. Levi parpadea, con los párpados pesados.

—Si lo hago, será tu culpa —responde Levi, sin soltar el contacto con el hombro de Erwin.

—Me haces sentir culpable para que haga lo que quieres... y está funcionando —admite Erwin con una sonrisa cansada.

—Lo hago porque me preocupo por ti —Levi es directo, sin rodeos.

Levi mantiene su decisión firme; no permitirá que Erwin sea el único agotado al amanecer. No le gusta dejarlo solo con su carga, especialmente cuando Erwin insiste en llevarla sin quejarse.

Erwin suspira, su resistencia desmoronándose ante la inquebrantable terquedad de Levi. Aprecia la compañía, incluso en momentos como este, cuando las sombras de la noche se vuelven más pesadas y el trabajo parece interminable.

—Está bien, vamos a la cama —Dice Erwin, con una voz suave, como si estuviera cediendo en una pequeña batalla que ambos saben que es necesaria perder.

Levi se endereza lentamente, sintiéndose triunfador. Erwin apaga la vela con un soplido corto, dejando que la oscuridad los envuelva. Se pone de pie, y, sin soltar la mano de Levi, lo guía hacia las escaleras.

De regreso en la habitación, Levi se desliza entre las sábanas con una familiaridad que solo se logra después de muchas noches compartidas. Erwin se une a él, sintiendo el alivio del colchón bajo su espalda cansada.

Levi se acurruca, buscando el calor de Erwin, su brazo descansando sobre el torso del comandante. Erwin, a su vez, pasa un brazo alrededor de Levi, acercándolo más.

—Deberías escucharme más seguido, Smith —Murmura Levi, con una leve sonrisa.

—Sin duda, me salvas la vida cada día —Responde Erwin, con una sonrisa apenas perceptible mientras sus dedos se enredan en el cabello oscuro de Levi.

Con esas palabras, el insomnio que había plagado a ambos se desvanece. La noche avanza, y por primera vez en lo que parece mucho tiempo, Erwin y Levi encuentran un descanso merecido, juntos, compartiendo la calidez y el confort que solo su compañía puede ofrecer.

Fin

Yo respiro y me alimento de Eruri sjsjs arhe