Eruri Zone ☘️

Siendo cortés con el comandante ⟨Oneshot⟩

Advertencia: el siguiente contenido tiene temática sexual.

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Erwin salió de la reunión con los ojos cansados y la espalda adolorida de tanto tiempo sentado. Los temas tratados... no fueron fáciles de digerir, especialmente para la Legión de Reconocimiento, que, como siempre, era el blanco de críticas. Erwin estaba acostumbrado a ser cuestionado, pero cada vez que se insinuaba que lo mejor para los muros sería desmantelar la Legión, sentía una ira encenderse en su pecho. ¿Cómo podían arrebatarle eso?

—(Lo que necesito ahora es un té y un poco de aire fresco) —piensa Erwin mientras abandona el edificio. Al salir, el aire gélido del invierno, su estación favorita, lo envuelve; caminar bajo el cielo nocturno es justo lo que necesita.

Lo primero que encuentra es a Levi Ackerman, recargado contra una pared de piedra, brazos cruzados y con esa expresión de descontento tan típica en él.

—Siempre tan alegre, capitán —Dice Erwin al verlo y sin darse cuenta de que ya está sonriendo.

—Y tú siempre trabajando de más, ¿tienes idea de la hora? —Replica Levi, arqueando una ceja.

—Lo mismo puedo decir —Responde Erwin, notando cómo los hombros de Levi se relajan—. ¿Me estabas esperando? Es muy amable de tu parte.

Levi desvió la mirada, escondiendo bajo su expresión estoica el verdadero motivo por el cual estaba ahí. Le preocupaba Erwin, más de lo que admitiría, incluso a sí mismo.

—No es amabilidad —Dice en tono seco, tratando de ocultar su preocupación—. Simplemente no me agrada que un idiota se mate trabajando.

Erwin soltó una risa baja. No le creía ni por un segundo, pero el gesto no dejaba de tener su efecto. Sin decir nada, comenzó a caminar, y Levi le siguió, unos pasos detrás. Durante un momento, el único sonido era el crujir de la nieve bajo sus botas.

El comandante, sin pensarlo demasiado, extendió una mano hacia atrás. Levi, aunque un poco sorprendido, no la evitó. Erwin la tomó con suavidad, cerrando su mano alrededor de la de Levi para que caminara a su lado.

—Camina a mi lado —Le dice Erwin suavemente, con una calidez que Levi siente resonar en su propia piel.

Al llegar a las habitaciones de la Legión, Erwin se detuvo frente a la puerta de su cuarto, aún sosteniendo la mano de Levi

Antes de que pudiera abrir la puerta, Levi lo empujó suavemente a un lado y entró sin pedir permiso, con ese desdén tan característico. Erwin soltó una risa suave, más sorprendido que molesto.

—¿No puedes esperar a que te invite? —Dice Erwin con una risa ligera, mientras cerraba la puerta tras ellos.

—No tengo tiempo para tus formalidades, comandante —Replicó Levi, su voz baja pero no exenta de una ligera burla. Se quitó el abrigo, dejándola en una silla.

Levi, en un gesto inesperado, se acercó más, sus manos encontrando el abrigo de Erwin y ayudándolo a desabrocharlo, mientras su mirada se mantenía en el suelo.

—Tienes que cuidar de ti mismo, ¿sabes? —Murmur Levi, evitando el contacto visual, pero su tono era más suave de lo habitual.

Erwin sintió que su corazón latía con fuerza. No podía evitarlo; en ese instante, el gesto de Levi era más que un acto de cuidado. Era una forma de demostrar lo que no decía. Con un ligero movimiento, Erwin tomó la barbilla de Levi, levantando su rostro para que sus miradas se encontraran.

—Sabes que me cuesta pedir ayuda —Admite Erwin, sonriendo mientras sus ojos se mantenían fijos en los oscuros y profundos de Levi.

—Lo sé, he tenido que lidiar con eso desde que te conozco— Levi quería decir más, quería ser el apoyo de Erwin, así como él lo fue en sus peores momentos.