Casi dos años habían pasado ya de la llegada de ambos niños a Siberia, tiempo en el que el caballero de Acuario se había dedicado de lleno a su entrenamiento. Formándolos primero en las artes del combate y de la resistencia de su propio cuerpo al frío, hoy eran ya capaces de encender su cosmos, así como de explotarlo y controlarlo lo suficiente como para que su maestro se encontrara satisfecho.
- Hyoga.. - susurró el pequeño peliverde a su dormido amigo. Sentado en su cama, procuraba arrebatarle a Morfeo su compañía. - Hyoga.. - repitió con ahínco.
- ¿Mmm..? - emitió apenas el aludido. Sin el menor deseo de abandonar las sábanas, se dio media vuelta e ignoró a Isaac.
- Despierta, Hyoga - fue sacudido esta vez. - El maestro ya no está.
Cual palabras mágicas, aquella oración lo despabiló por completo. Abriendo sus celestes ojos, reparó en aquello que el sueño le estaba haciendo olvidar. Habían esperado por mucho tiempo aquel día, ese en que sabían su tutor debía acudir a Moscú por un encargo del mismísimo Patriarca. Al preguntarle de qué se trataba, este tan solo se había limitado a responderles que de un aburrido recado, más que siendo el único caballero dorado en la zona, se veía en la obligación de representar al Santuario. "Puede que me tome más de lo esperado, por lo que no entren en pánico si no regreso de inmediato", les había dicho. Después de todo, a prácticamente nada de cumplir dos años en compañía del mayor, conocían ya de memoria su rutina así como los pormenores de la vida en Siberia. Su maestro podía quedarse tranquilo pues, con la idea de dejarlos al mando de la cabaña por lo que su viaje durara.
Si aquel día hubiese caído en fin de semana, ambos niños hubieran tenido mayor libertad y tiempo libre, pero siendo miércoles no podían sino cumplir con sus obligaciones antes de poder hacer lo que quisieran. Posteriormente a haberse higienizado y desayunado, abandonaron la cabaña con la intención de poner a prueba una vez más la fuerza de sus cosmos, aquello en lo que venían practicando hacía meses. Y aunque muy duro que en un comienzo les pareció tal ejercicio, no cabía duda de que había valido la pena. El cosmos de los niños era ya firme, luminoso y lleno de una energía que no parecía dejar de crecer. Cuando creían que lo tenían dominado, su potencial aumentaba así como también la demanda que a sus cuerpos le exigía el poder controlarlo. Orgulloso, el caballero de Acuario les regalaba su sonrisa cada vez que eso pasaba, pues era sinónimo de haber desbloqueado el siguiente nivel.
Era increíble lo mucho que habían crecido, no solo en cuanto a su fuerza, potencial e intelecto, requisitos obligatorios para la aspiración que compartían, sino también como los niños que eran. Varios centímetros más altos que cuando llegaron, con los pequeños músculos tonificados y bien marcados, tanto Isaac como Hyoga reflejaban un gran cambio. Ya eran dos las ocasiones en las que su maestro había tenido que solicitar al Santuario les renovaran su ajuar, pues no paraban de crecerles las extremidades. El cabello les brotaba con fuerza y un brillo sin igual, si no fuera porque su tutor era bueno con las tijeras, ambos lo tendrían por la cintura sin dudar.
Pero no solo eran los niños quienes en el lapso de dos años habían cambiado, aquel a quien estos más admiraban también lo había hecho. Camus de Acuario era alto, siempre lo había sido, pero incluso cuando ellos también habían crecido seguían viéndolo absurdamente inalcanzable. Siendo el único de los tres a quien llevarlo largo no le molestaba, el cabello verdiazul de su tutor se veía inmaculado, prolijo y dócil. Exceptuando, por supuesto, su terco flequillo que, dependiendo el día, disparaba para donde se le antojara. Los rasgos del joven se habían acentuado y su belleza se había intensificado al unísono con su crecimiento. En cuanto a su rol como maestro, seguía siendo el mismo. Riguroso y severo, pero igual de atento y entregado como lo fue desde un comienzo. Su carácter, ya no tan indescifrable como les resultó apenas lo conocieron.
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Maestro Camus
FanfictionAquí dejaré volar mi imaginación hacia el pasado. Pedacitos de historia de lo que pudo haber ocurrido. ¡Espero les guste! • Libro dedicado exclusivamente a nuestro Mago del Agua y el Hielo ♡ • No se descarta aparezca en algún momento el bichito ♡