RED MOON

CAPÍTULO V.

- Oye, cariño - habló despacio.

- ¿Sí, mami? - Ruby continuó jugando con su videojuego.

- ¿Me puedes dar tu atención un momento?

- Un momento, estoy apunto de... - se quedó quieta - Olvídalo, ya morí - la miró - ¿Qué decías?

Alex junto a ella rió.

- Me gustaría que habláramos de algo importante - tanteo el lugar frente a ella.

- Iré a... - Alex se levantó.

- Está bien, puedes quedarte - Sam le dijo.

- No quiero molestar.

- No lo haces - Sam le dió una ligera y dulce sonrisa.

Alex volvió a sentarse a su lado sin decir nada más.

- Bien, cariño - Sam regresó su atención a su hija - Me gustaría que habláramos de tu padre.

Ruby se movió incómoda en su lugar, al igual que Alex.

- ¿Por qué?

- ¿Lo recuerdas?

- No estoy segura - la niña miró a Alex, quien le ofreció su mano con cariño - Él te hacia llorar, y gritaba, me asustaba.

Sam sintió la forma en la que Alex se removió en su lugar, aunque intentó disimularlo, no lo logró, al menos no para Sam que siempre se fija en sus movimientos.

- Amor, tenías tres la última vez que lo vimos, no es posible que recuerdes eso.

- Me acuerdo, mamá.

- Ok, te creo, lo recuerdas... Está bien - tomó su mano libre - Es...

- Él volvió ¿Cierto? Por eso quieres saber si lo recuerdo.

Sam suspiró.

- Lo hizo, sí.

- ¿Ustedes estarán juntos de nuevo?

Alex la miró, sin poder disimular está vez.

- No - se aseguró de decir - No, mi amor, pero él quiere verte.

- ¿Por qué?

- Porque es tu papá, y quiere ser parte de tu vida.

- ¿Por qué?

- Porque eres asombrosa y quiere conocerte.

- ¿Por qué?

Sam sonrió con cariño.

- No estoy segura - confesó - Él llamo y dijo que quería verte. ¿Quieres verlo tú? Si no quieres le diremos que no, mi amor. No tienes que verlo, puedo arreglarlo yo, lo prometo.

Ruby no dijo nada por un largo rato.

- Señor Panqueque - dijo bajando la voz.

- ¿Qué? - preguntó Sam.

- Cuando se fue, él dijo que al volver traería un peluche para mí, porque el señor Panqueque se quemó cuando lo olvidé en la cocina ¿Recuerdas?

- Sí, recuerdo al señor Panqueque.

- ¿Él me traerá un nuevo señor Panqueque?

- Puedo recordarselo, si quieres.

Ruby asintió, se levantó del asiento y se acercó a su madre, abrazándola. Sam la subió a su regazo, había crecido, pero aún podía abrazarla en esa posición, seguía siendo su bebé, una bebé de 9 años pero una bebé al final.