Tenías que ser tú... (BxB) [FHS]

#32 - El evento

Los fuertes pasos retumbaban por aquellos fríos y blancos pasillos de aquella clínica. Una pelirroja caminaba con enfado, seguida de sus adinerados padres, los primos Golden, el asistente personal de Golden y cierto chico pelimorado de gafas circulares. Caminaban hacia la recepción para pedir... ¡No, exigir que sacaran a Bon de ahí!

Fue un largo trayecto, pero dieron con aquella clínica donde, aparentemente, estaba Bon. Al estar frente a aquel escritorio de la recepcionista, dio un golpe contra este, asustando a los presentes.

—¡Venimos por Bon James Smith!— dijo con enojo. La recepcionista la miró y luego frunció el ceño.

—Buenas tarde, y no será posible sin autorización del padre o tutor—

—¿De verdad? Entonces debe saber que este lugar y las terapias de conversión, son ilegales— la recepcionista sintió ansiedad al oír eso, pero seguía manteniendo su ceño fruncido, mirando a Toddy —Si no quiere que comience a haber consecuencias legales, será mejor que nos traigan a Smith— no tenía de otra, ¿o si? Le lanzó una última mirada de odio a la pelirroja y apretó un botón en su teléfono fijo, llamando a algún enfermero.

En una sala no muy lejos de ahí, estaba Bon sentado junto a Camila y Leo, que lo miraban. Se sentía ansioso, pero no sabía bien el porqué... o quizás si, pero trataba de mantener la cabeza fría y ser positivo.

—¿Crees de verdad que vendrá tu amiga?— preguntó Leo una vez más.

—Estoy seguro— "eso espero" pensó algo tenso, mirando a cada rato hacia la puerta de salida de aquella sala, asegurándose de que en algún momento aparecería Toddy con sus padres y quizás matones... ok, estaba exagerando.

Soltó otro suspiro —¡Bon!— esa voz... alzó la mirada y ahí la vio.

—¡Joy!— sonrió y se levantó para correr hasta los brazos de la rubia y abrazarla con desesperación. ¿Era real? ¿Joy estaba ahí? —Estas aquí... me alegro tanto de verte— la tomó de los hombros y luego ella rio.

—También a mi, pero mira cómo estás— examinó minuciosamente su rostro que estaba lastimado.

—Estoy bien...— ella suspiró y sonrió.

—Por cierto, alguien más quiere verte— ambos miraron a aquella puerta, y de ahí se asomó cierto pelimorado, que se exaltó al ver al menor lastimado y bastante cansado. Fue como si el mundo volviera a desaparecer, solo que esta vez fue miedo, o quizás alivio de verlo ahí.

—Bon...— murmuró y luego corrió y se lanzó a sus brazos, que justamente rodearon el cuerpo del mayor —¡Mierda, tú... nos preocupamos muchísimo por ti!—

—Lo sé— dijo algo divertido y esbozando una enorme sonrisa, apretando su abrazo, sin lastimar al mayor, claro. Estaba tan feliz de verlo, podría besarlo ahí mismo, pero se sentía observado, y es que así era.