Afinidades De Oficina | Mclennon

Capítulo 18

El sol brillaba sobre Londres mientras el aire frío de la mañana llenaba las calles. Paul se despertó temprano, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción. Era un día importante, y no solo porque John había renunciado a su puesto en la empresa. Hoy, John lo presentaría oficialmente a los medios y a su familia. Paul sabía que este era un paso crucial para ellos, uno que marcaría el inicio de una nueva etapa en sus vidas.

Cuando Paul llegó al lugar del encuentro, un elegante salón de eventos reservado para la ocasión, vio a John de pie cerca de la entrada, saludando a los primeros invitados que estaban llegando. John estaba vestido con un traje oscuro, impecable como siempre, pero había una chispa diferente en sus ojos, una mezcla de determinación y vulnerabilidad.

Paul se acercó lentamente, sintiendo el peso de la situación. John giró y lo vio, esbozando una sonrisa cálida al instante. Se acercó a él y lo tomó de la mano.

—¿Estás listo? —preguntó John, su voz mezclada con una mezcla de preocupación y optimismo.

Paul asintió, apretando suavemente la mano de John.

—Sí, creo que estoy listo.

John le dio un leve beso en la mejilla y luego lo condujo hacia el salón. La decoración era elegante pero sencilla: mesas redondas con manteles blancos, centros de mesa florales, y una alfombra roja que se extendía hasta el escenario. La atmósfera estaba llena de expectación y murmullos, y Paul sintió cómo su corazón latía más rápido con cada paso que daba.

En un rincón del salón, Paul notó a varios miembros de la familia de John, todos elegantemente vestidos. Su madre, Cynthia, estaba conversando con un grupo de personas, y Paul pudo ver la calidez en sus ojos cuando la vio. También reconoció a algunos de los familiares cercanos y amigos de John, la gente que había estado cerca de él durante años.

—Déjame presentarte a mi familia —dijo John, guiando a Paul hacia el grupo—. Esto es importante para mí, Paul.

Se acercaron a Cynthia, quien estaba de pie junto a una mesa, con una copa de vino en la mano. Al ver a John y Paul, sus ojos se iluminaron con una sonrisa sincera.

—Mamá, te presento a Paul —dijo John—. Paul, esta es mi madre, Cynthia.

Cynthia extendió la mano con una sonrisa cálida y acogedora.

—Es un placer conocerte, Paul. He oído mucho sobre ti.

Paul tomó la mano de Cynthia y la estrechó con una sonrisa nerviosa.

—El placer es mío. John ha hablado mucho de ustedes.

Cynthia lo miró con un brillo de aceptación y alegría en sus ojos.

—Es bueno finalmente conocerte. John siempre ha tenido un gran sentido de la lealtad y el cariño. Me alegra ver que ha encontrado a alguien especial.

John asintió con orgullo, sintiendo una oleada de emoción al ver la aceptación de su madre hacia Paul. Luego, John presentó a algunos otros miembros de la familia y amigos cercanos, cada uno con su propio conjunto de preguntas y miradas inquisitivas.

Después de las presentaciones, el evento comenzó a tomar forma. John se dirigió al escenario con un micrófono en la mano, y Paul se quedó en la parte delantera del salón, observando. La prensa estaba posicionada en un rincón, sus cámaras preparadas para captar cada momento.

—Gracias a todos por venir —comenzó John, con una voz firme pero cargada de emoción—. Como muchos de ustedes saben, he tomado la difícil decisión de renunciar a mi puesto en Lennon Corporation. Esta decisión no fue fácil, pero sentí que era el momento de priorizar mi vida personal y las cosas que realmente importan para mí.

John miró a Paul, quien le devolvió una sonrisa de apoyo.

—A lo largo de mi vida, he aprendido que no se puede tener todo bajo control. A veces, se deben tomar decisiones difíciles para encontrar la verdadera felicidad. Y en este momento, lo que más valoro es estar con la persona que amo.

Hubo un murmullo en la sala, una mezcla de sorpresa y curiosidad. John continuó hablando sobre su decisión, la razón detrás de su renuncia y lo que esperaba para el futuro. Mientras hablaba, Paul podía sentir el peso de cada palabra, la sinceridad y la vulnerabilidad de John.

Finalmente, John giró hacia Paul y lo invitó al escenario.

—Paul, ven aquí —dijo John, señalando hacia él.

Paul se acercó al escenario, y John lo tomó de la mano, entrelazando sus dedos. La sala se quedó en silencio, observando la escena con atención.

—Quiero presentarles a Paul como una parte importante de mi vida —dijo John, mirando a la audiencia—. Es alguien que ha sido fundamental en este viaje y que ha traído mucha alegría a mi vida.

Paul sintió una mezcla de nerviosismo y gratitud mientras las cámaras capturaban el momento. La aceptación de la familia de John y la forma en que John lo estaba presentando al mundo le dieron una sensación de alivio. Era un nuevo comienzo para ellos, y aunque el camino no sería fácil, al menos estaban dando el primer paso juntos.

Después del evento, el ambiente en el salón era de celebración moderada. La mayoría de los invitados se acercaron a John y Paul para felicitarles y expresar su apoyo. Aunque la prensa seguía su propio ritmo, hubo un sentimiento general de aceptación y esperanza en el aire.

Cynthia se acercó a Paul una vez más, esta vez con un abrazo cálido.

—Estoy muy feliz por ustedes dos —dijo—. Creo que John ha tomado la decisión correcta, y me alegra verlo tan feliz.

Paul agradeció el gesto, sintiendo que la aceptación de la madre de John era un gran paso hacia adelante. Aunque todavía quedaban muchos desafíos por enfrentar, el apoyo de la familia de John le dio una nueva esperanza.

Más tarde esa noche, John y Paul se encontraron en la terraza de su departamento, mirando las luces de la ciudad. El evento había sido un éxito en muchos sentidos, pero ambos sabían que todavía quedaban muchos obstáculos por superar. John envolvió sus brazos alrededor de Paul, sintiendo la calidez y el consuelo de su presencia.

—Lo hicimos —dijo John en voz baja—. Fue un día largo, pero lo superamos.

Paul asintió, apoyando la cabeza en el hombro de John.

—Sí, y aunque no sabemos qué nos depara el futuro, sé que lo enfrentaremos juntos.

John le dio un beso en la cabeza, susurrándole al oído.

—Estoy listo para lo que venga. Mientras estemos juntos, sé que podemos superar cualquier cosa.

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando del momento de tranquilidad después de un día tan intenso. Era el comienzo de una nueva etapa en sus vidas, llena de incertidumbres pero también de promesas y esperanzas.

El futuro era incierto, pero al menos, ahora podían enfrentarlo juntos, con el apoyo de quienes los querían y con la certeza de que, a pesar de los desafíos, su amor era lo que realmente importaba.