Capitulo 8

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Max
Quería darle a entender muchas cosas con ése abrazo. Quería ser su amigo, quería hacerle saber que podía contar conmigo para lo que fuese, quería hacerle saber que siempre estaría ahí para ella. La rodie con el brazo y empezé a caminar con ella hasta su salón.

-Andy, ¿qué pasó? Cuéntame- le dije con dulzura mientras me enrollaba las mangas.

-nada importante- dijo con voz ronca.

-¿siempre me vas a decir eso?

Andrea
Es que no era nada importante, a él no le iba a importar.

-es que, en verdad no importa.

-si te hace llorar si me importa

- es que...

Derrepente me sujetó de las mejillas con ambas manos.

-escucha, nada más quiero que sepas que quiero que seas mi amiga, y que te quiero apoyar en lo que sea que hagas- me dijo con dulzura-bueno, éste es tu salón ¿verdad? - dijo recuperando la postura.

-ehh, si- dije ruborizada. La verdad es que no tenía ni un gramo de ganas de entrar a ese salón.

-te veo después de clases en la parada de autobús- dijo yéndose.

Me quedé ahí parada esperando a que se fuera. Pero se voltio.

-¿no vas a entrar?

-ehhh si.

-pues entra- dijo emitiendo una risita.

Entré un poco titubeante. Todos estaban en silencio y escribiendo un ejercicio de matemáticas.

-entraste retrasada- maestra, lama el canino- no puedes pasar- me dijo con la mirada fija en unas hojas.

-ah, está bien- dije dirijiéndome a la puerta, aliviada.

-¡Oh eres Andrea Blake!- dijo volteandome a ver y quitándose los lentes de media luna-¡ oh tus calificaciones son excelentes! Contigo no hay ningún problema cariño, puedes entrar tarde las veces que quieras- dijo rodeandome con el brazo. Todos me miraron con odio.

Por cosas como esas me molestan.

-y dinos donde estabas, Andreita- dijo Lia cuando me senté.

-seguramente estaba con su noviecito besuqueandose- dijo la otra chica pelirroja que al parecer se llamaba Alejandra.

-Si nadie la quiere, debió de haberse encerrado en el baño para llorar, ¿no es así?- dijo Sindy.

-dejen de molestar a la señorita Blake- intervino la profesora.

-y además una lame culos- susurró Lia.

En esos momentos, solo quería desaparecer de la fas de la tierra, irme a algún lugar lejano donde pueda estar sola.

Después de clases me fui a la parada de autobús, ahí estaba Max, y me regaló una de sus encantadoras sonrisas.

Max
-Hola Andy- ya se me estaba quedando lo de decirle Andy.

-Hola Max- dijo Andy, con una sonrisa no muy creíble.

Hubo un silencio.

-¿porqué no me dices porque lloras?- Andy me sonrió con tristeza.

-¿desde cuándo me llamas Andy?- dijo tratando de cambiar de tema, dejando en claro que no quería hablar de éso.

Decidí rendirme y seguirle la conversación. Suspire, y me enrollé las mangas.

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