Capitulo 13

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Max
La escuela se suspendió ese día por una medida de sanidad.

Quería hablarle a Andrea para invitarla al cine o a cenar, pero llamaba, y antes del segundo timbre, siempre colgaba.

Andrea
No hubo clase ése día por una medida de sanidad, al parecer ninguna escuela iba a tener clase ése día por medidas de sanidad.

Mientras estaba viendo una película con mi pijama y comiendo helado de chocolate, recibí una llamada desde mi teléfono de don cangrejo.    

-¿Bueno?- respondí con helado en la boca

-hoolaa soy Valeria.

-oh, hola Valeria.

-¿tuviste clase hoy?

-noooo por éso te estoy contestando desde mi teléfono de don cangrejo-dije sarcasticamente .

-bueno,bueno, ¿quieres ir al bailarhoy?

-mmmm la verdad no lo sé.

-ay, vamos, tus padres no están en casa.

-ni que me fuera a emborrachar o algo así.

-obvio no, pero necesito que vengas conmigo.

-está bien, está bien.

-¡genial! Te paso a buscar a las nueve en punto.

Y colgó, sin dejarme que me arrepienta de mi decisión.

♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

Estaba ya vestida en la sala esperando el pitido de Valeria, hasta que llegó, salí de mi casa y puse las llaves en mi bolsillo trasero.

-Vamonos - dijo valeria mientras yo subía a su convertible.

Llegamos al antro y nos dispusimos a pedir las bebidas.

-yo quiero una cerveza- dijo Valeria- ¿y tu Andy?

-una soda de manzana.

-Andrea, ¿estás loca? Estamos en un antro, pide cerveza y no seas aguada.

-¿sabes qué? Estoy cansada de todo ésto, sólo quiero perderme un momento de todo; camarero, ¿qué bebida tiene que me pueda emborrachar sin darme cuenta?

-pues, yo le sugiero vino blanco, puede tomar todo lo que quiera y no se va a dar ni cuenta de que se está emborrachando.

-bueno, ¿cuánto cuesta la botella?

-veinte dolares.

-deme una botella por favor- el camarero se fue dispuesto a cumplir mi orden.

-Andrea ¿estás segura?- Valeria me miraba incrédula sin dar crédito a las palabras que salían de mi boca.

-Valeria, toda la vida he sido una santurrona y todos han creído que yo soy la clase de chica timida e inocente; hoy quiero hechar ésa idea a la basura; hoy me voy a emborrachar.

-Bueno, lo que tu mandes.

El mesero me trajo una botella de vino blanco, yo agarre el destapa corchos y lo destapé con toda la energía del mundo, haciendo paso a la espuma que salía de la botella, enseguida llené mi copa con el vino.

-un brindis por... por los unicornios ¿porqué no?- dije alzando la copa.

-por los unicornios- dijo chocando su cerveza con mi vino.

Yo tomé el vino que estaba en mi copa, y el sabor dulze del vino blanco inundó mis papilas gustativas.

Valeria y yo empezamos a hablar de temas random, hasta que llegó un punto en dónde estabamos completamente ídas, sólo que podría jurar que yo estaba más ída que ella.

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