19. a real fight

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Sus risas no cesaban mientras que sostenía su estomago encorbadose en su lugar al ver como King perdía contra el anciano que anteriormente se habían topado. La situación le causaba mucha risa, pero al recordar como la había tenido gateando chorreando sangre, su risa cesó y su posición se volvio recta, manteniendo un semblante serio. Akemi había fingido gran parte de aquella pelea, pero aún le parecía una perdida de dignidad recordarla.

— ¡Es hora de la última contienda de las finales! ¡Posiblemente el enfrentamiento que más promete! ¡Lilith, Adán y Meliodaf!

Akemi sonrió de lado, pegando un salto hasta posicionarse sobre el famoso cuadrilatero que le había estado haciendo ojitos desde el momento en el que se habian inscrito.

Ban se inclinó a dejar un beso sobre sus labios y Akemi se vió dispuesta a corresponderlo, pero lo esquivó sonriendole divertida. — Ganatelo. — Los chifidos se oyeron por el área y Ban arrugó sus cejas, para luego asentir tomando el reto.

— ¡Que empiece la contienda!

Akemi se movió por el área, dando pasos uno detras del otro. Sus brazos se cruzaron mientras que observaba al dúo desde una distancia considerable.

— ¿Acaso te asusto, gatita? — Ban canturreo en su dirección y Akemi mordió el interior de su mejilla al conectar sus ojos con los de el.

— Sabes que eso es imposible. Solo dejaré que se diviertan, luego me diverti- — Su voz se vio cortada al resivir un ataque por parte del rubio de ojos jade, el mismo sonreía divertido al haber sido esquivado con facilidad por la pelinegra.

— Sigues con esa costumbre de hablar y hablar, Kemi.

La pelinegra tronó sus dedos luego de acomodar su cabello. — Es uno de mis tantos encantos.

— Yo prefiero más espacio para desplazarme.

Akemi elevó sus cejas, riendo levemente y Meliodas acompañó su risa de forma divertida.

— ¿De que se ríen, eh? ¿Tanto así desean pelear contra mi?

Akemi se encogió de hombros ante la idea de golpear a su esposo, no era una fantasía, pero no le parecía desagradable al saber que ambos se divertían al hacerlo.

— Solo recordé los viejos tiempos. Teníamos mucho espacio para pelear en ese entonces.

— ¿Viejos tiempos? — Se dirigió específicamente al rubio. — Ayudale a mi memoria.

Aquellas palabras bastaron para que Meliodas golpeará fuertemente su rostro, obligandolo a retroceder hasta rozar el borde límite. En ese punto, Ban se detuvo tomando al rubio entre sus brazos y aventandolo fuertemente, pero Meliodas pudo recomponerse de este movimiento con facilidad, enrollando sus piernas en el cuello del albino mientras que lo arrojaba. Por otro lado, Akemi recolectaba las flores que los espectadores le arrojaban al cuadrilátero.

Su atención sobre los petalos rojos se esfumó al sentir como algo de aproximaba sobre ella, y asesto una fuerte patada contra el cuerpo que parecía querer impactarla. Fue demasiado tarde cuándo se dió cuenta de que se trataba del albino que amaba, puesto que solo tuvo la oportunidad de ver su rostro en el momento en el que este fue pateado de regresó por su mejor amigo, haciendolo impactar en el centro del cuadrilátero. Con su ramo en mano golpeó fuertemente el rostro del rubio, luego de haber caminado suavemente alrededor de su esposo. Meliodas no tardó en regresar contra su cuerpo, buscando patear uno de sus costados, pero algo que Meliodas había tenido que aguantar toda su vida habia sido la inmensa velocidad que manejaba Akemi.

Los grandes ojos de Akemi se centraron en el rostro del rubio, viendolo claramente a pesar de sus rapidos ataques, al notar su frustración y determinación, dejó de lado sus movimientos permitiendo que una patada tocará su costado, arrastrandola unos metros haciendo que levantará algo de polvo.

RESENTMENT─── ban ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora