Los alfas más guapos de Teyvat, y Tartaglia.

¡Nuevo integrante alfa!

— ¿A quién le pareció una buena idea cocinar y quemar de tantas la maldita olla favorita de Kaveh?— El tono de voz de Al-haitham era tan aterrador que todos los presentes temblaron. Pues mientras él y otros alfas se estaban arreglando, empezó a oler quemado, inmediatamente fue corriendo a su cocina, encontrando la olla rosada con brillitos ahora negra gracias a ciertas personas.

— B-bueno, en nuestra defensa no sabíamos que era de Kaveh y solo intentábamos hacer un buen desayuno para todos...— Kaeya se atrevió a hablar.

— ¡Es cierto!, pero no te preocupes nosotros lo vamos a pagar y trataremos de encontrar la más parecida.—El único Omega en el hogar habló.

— Por supuesto que van a pagar, y ustedes le explicarán lo que sucedió, no pienso hacerme cargo de un Kaveh enojado diciendo hasta de lo que me voy a morir. Mejor dicho, ya nos vamos a comprarla.

— ¡Sí señor!—Alfa moreno y omega Pelinaranja asintieron.

—Entonces. ¿Vamos de compras?, yo voy a aprovechar para comprar un nuevo delineador para mi novio.— Kazuha hablo mientras se levantaba del cómodo sofá.

— Columbina también necesita maquillaje, ¿Gustas que vayamos juntos?

— ¡A Neuvillete también le gusta el maquillaje!, yo también quiero ir con ustedes dos.—Un Wriothesley recién arreglado, habló.

— Navia me menciono un ¿Gloss? Que quiere, voy con ustedes.

— ¡Le comprare a Xiao maquillaje junto a ustedes!— Hablo alegremente el viajero.

— Yo no tengo ganas de salir, Al-haitham, ¿Podrías dejarme quedarme en tu casa mientras ustedes llegan?— El alfa pelirrojo hablo mientras dirigía su mirada al dueño del hogar.

— Yo tampoco tengo ganas de ir...¿Puedo quedarme junto a Diluc?

— Bien. Diluc, Jean les pido el favor de que cuiden mi casa en mi ausencia, siéntanse a gusto de hacer lo que quieran.— Dicho esto, agarro a Tartaglia y a Kaeya de los brazos para salir.

— ¡Adiós!—Gritaron los alfas y el omega al unísono.

Ahora mismo Al-haitham quería morir, ¿Por qué? Sencillo, no encontraban una olla similar a la que los "padres" de Kazuha quemaron, ¡Kaveh los iba a matar a los tres! Hablando de Kaveh, justo iba pasando junto a Wanderer, Sethos y Columbina. Al verlos, los alfas y el omega corrieron a esconderse para que no los vieran ya que sería demasiada coincidencia que justo el día que ellos se reunieron los alfas también lo hicieran.

— Lo voy a matar, se los juro que si.— Kazuha estaba sumamente celoso, y como no ¡Estaba viendo cómo su omega era sostenido de la cintura por un alfa que no pudo reconocer y lo peor es que su novio no lo quitaba!

— Kazuha, calma esas malditas feromonas, ¡Me estas mareando, idiota!— Al-haitham hablo estresado, primero la olla, luego los omegas y ahora las feromonas de celos de Kaedehara.

— ¡No te atrevas a hablarle así a mi pequeño!— Tartaglia se puso entre Kazuha y Al-haitham, protegiendo a Kazuha detrás de su espalda.— ¿Acaso a ti te gustaría ver como un alfa desconocido toca con mucha confianza a tu Kaveh?— Termino esto en un tono de voz más calmado, pues se dió cuenta que había estado gritando.

— ¡Eso, lo que dijo Tartaglia!— El Alberich asintió mostrando estar de acuerdo con las palabras de la mamá de su hijo.

— ¿Ya se fueron?—Pregunto Clorinde.

— No, siguen ahí, parece que están comprando algo.— Arlecchino se asomó levemente para responder la duda de Clorinde.

— ¿Entonces nos vamos a quedar aquí hasta que se vayan?