Sí, soy Aila, una chica que siempre tiene los pies sobre la tierra, y casi todo lo que pienso lo guardo solo para mí porque no me gusta compartir lo que siento. Es difícil cerrar ciclos sola porque la vida es una galaxia donde cada persona tiene su propio universo, pero yo me encargo de vivir mi vida y el presente. No creo ni en lo que sucederá mañana, y mucho menos en las casualidades. Cada cosa que pasa, pasa por algo, pero mi mente siempre está ocupada, ya sea en mis estudios rutinarios, que me tienen cansada, o en las constantes peleas de mis padres. Sé bien lo que se siente una decepción familiar, porque no soy la típica chica que los padres, o al menos los míos, quieren. No soy ni porrista, ni soy popular, ni soy una chica con aspecto femenino, pero dentro de todo este caos está mi novio.
Max es un chico que llegó a mi vida para darme tranquilidad, pero a veces tiene una personalidad un poco diferente a lo que he conocido durante nuestra relación. De manera negativa, se podría decir que ha cambiado; no sé en qué aspecto, porque siento que ahora no lo conozco. Mañana tenemos nuestro segundo aniversario y nos veremos. Creo que hablaremos de nuestra relación, que poco a poco se está deteriorando, o intentaremos remediar la situación. Me da miedo terminar con quien ha sido mi refugio durante meses.
Max es un chico con piel como la nieve y labios rojos como tinta, ojos negros en los cuales me pierdo y su cuerpo es tan grande y tal alto que es simplemente un refugio para mi.
EPOCA ACTUAL
-Buenas tardes -escucho la voz de Max.
-Hola, Max. -digo de manera rápida.
-¿Pasa algo, Aila? No me digas que tuviste de nuevo una discusión con tus padres -me dice mientras acerca su mano a mi rostro.
-No, solo que no me siento muy cómoda -alejo su mano de mi cara.
-¿Pasa algo que no sepa? -dice confundido.
Mi mente solo piensa en cómo decirle las cosas y mis incomodidades, porque por un lado mi corazón pide a gritos intentar lo nuestro, pero las indiferencias de nuestra relación hacen que baje las posibilidades.
-No pasa nada -digo, evitando tocar el tema.
-¿Segura? -dice Max, confundido.
Me quedo callada mientras las lágrimas se apoderan de mí, como siempre, una cobarde que no sabe hablar las cosas de frente, y me rodean por la cabeza los pensamientos de las voces de mis padres.
-Sí, segura, no hay por qué preocuparse -simplemente evito el tema otra vez.
Las horas pasan y la conversación cada vez se pone más y más difícil de llevar. Al final, simplemente me invento una excusa para escapar de mi realidad con Max.
-Me tengo que ir, Max -digo de una manera poco esperada.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Pasa algo, Aila? -dice confundido.
-¿Quieres que hablemos de algún tema en base a nuestra relación? -pregunta mientras se acerca más a mí.
-¡NO! SIMPLEMENTE ME TENGO QUE IR, ADIÓS -digo molesta para evitar esta conversación.
Simplemente me fui como una inútil y regresé a casa, donde el infierno vivido es mucho peor que las conversaciones que debo tener con mi novio. Las cosas son un caos en mi vida y, poco a poco, me vuelvo un cristal roto, porque así estoy por dentro: rota. Ahora llego a mi casa evitando tener cualquier tipo de conversación con mis padres, porque me da miedo pensar en un discurso que me han hecho durante estos 17 años.
-Hola, mamá -expreso sin sentimiento alguno.
Mis padres se han encargado de que yo los desprecie.
-Buenas, Aila, ¿qué tal la salida con Max? -puso la cara más falsa que he visto, porque todos saben que mi madre, Amelia, no le gusta mi novio. Ella es una mujer que siempre ha querido que yo esté con alguien por conveniencia económica.

ESTÁS LEYENDO
Incompleto Universo
RandomAila lleva una vida normal centrada en sus estudios, su novio Max y las constantes peleas familiares. Sin embargo, todo cambia cuando Max desaparece de manera misteriosa. Aila se embarcará en un viaje lleno de misterio, amor, traición y pasión para...