Jeongin caminaba por el pasillo de la agencia, la cabeza baja y la mirada fija en la pantalla de su teléfono. Estaba tan inmerso en lo que sea que estuviera leyendo, o pretendiendo leer, que no se dio cuenta de la figura que se acercaba por el otro lado del pasillo hasta que fue demasiado tarde. Su corazón dio un vuelco cuando sus ojos se cruzaron con los de Seo Changbin, quien iba acompañado de su representante.
—Jeongin-ah —la voz profunda de Changbin resonó con fuerza en el pasillo, y Jeongin, con una reacción instintiva, giró rápidamente sobre sus talones, dispuesto a fingir que no lo había visto y escapar hacia el otro lado. Huir, hacer cualquier cosa que lo salvara de esa conversación.
Pero la suerte no estaba de su lado.
—¡Jeongin! —Changbin volvió a llamarlo, y antes de que pudiera dar un solo paso más, sintió las firmes manos de su hyung aferrarse a su antebrazo, impidiéndole avanzar.
Jeongin cerró los ojos por un segundo, intentando calmar la frustración que se acumulaba en su pecho. Había estado evitando este momento durante días, desde aquel maldito viaje que había sido el punto de quiebre. No quería enfrentarse a Changbin, no después de todo lo que había pasado. Y sin embargo, aquí estaba, atrapado y sin salida.
—¿Qué te pasa? —la voz de Changbin sonaba con genuina preocupación, pero eso solo lo enfureció más. Jeongin había tratado de ignorar ese tono dulce, de no caer en su maldito encanto, pero el resentimiento se acumulaba demasiado rápido como para reprimirlo más tiempo.
—Nada —respondió con frialdad, mirando hacia otro lado mientras intentaba zafarse del agarre de Changbin—. Suéltame, hyung, no tengo tiempo para esto.
—¿"Esto"? —repitió Changbin, soltando una breve risa incrédula—. ¿Desde cuándo hablar conmigo se volvió "esto"? —aflojó su agarre, pero no lo soltó del todo—. Has estado evitándome toda la semana, Jeongin. ¿Qué pasa? ¿Por qué me tratas así?
Jeongin apartó la vista, mordiéndose el interior de la mejilla para no soltar todo lo que realmente quería decir. Pero era imposible. Ese tono de preocupación, esa manera en la que Changbin parecía genuinamente confundido por la situación... todo le resultaba insoportable.
—No es nada —volvió a repetir, con una sonrisa falsa que no llegaba a sus ojos. Pero Changbin no estaba dispuesto a dejarlo pasar.
—¡Claro que es algo! —Changbin se cruzó de brazos, dando un paso al frente—. No soy idiota, Jeongin. No me has hablado en días, y ni siquiera te diste la vuelta cuando te llamé. ¿Por qué estás actuando como un niño?
Eso fue suficiente para hacer que la sangre de Jeongin hirviera. Dio un paso atrás, con el rostro lleno de frustración.
—¿Un niño? ¿Es en serio? —su voz se quebró de la rabia—. ¿De verdad no tienes ni idea de lo que pasa, hyung? ¿O simplemente no te importa? Porque parece que ya no te importa nada de lo que hago, o digo, o de si existo siquiera.
Changbin lo miró, desconcertado.
—¿Qué estás diciendo? Claro que me importa, siempre me ha importado. Pero últimamente has estado insoportable. Eres un maldito niño mimado, Jeongin. Todo tiene que ser a tu manera, todo gira en torno a ti. Es agotador.
—¿Agotador? —Jeongin soltó una risa amarga—. ¿Eso piensas? ¿Que soy agotador? —Su voz ahora estaba teñida de sarcasmo y dolor—. Si soy tan tedioso de soportar, ¿por qué sigues buscándome? ¿Por qué no te quedas con Seungmin, ese "emo de pacotilla" como tú mismo le llamabas hace no mucho? Ahora resulta que él es más interesante, ¿no? —Escupió las palabras con tanta furia que incluso a él le sorprendió lo amargo que sonaban.
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Tras Bastidores || hyunlix ✓
Fanfiction│ ✐; De enemigos a amantes. Felix y Hyunjin son las estrellas del momento, pero tras bastidores no son más que enemigos declarados. Su constante rivalidad alcanza su punto más alto cuando un video de ambos en una acalorada discusión -que termina en...