Chequito tenía razón, cuando despertaron ya no estaban en los brazos de Max, estaban en casa de mamá.
A Chequito le da mucha vergüenza pensarlo, pero, cuando mamá no los dejo ir a casa de papá para recibir a Max, lloraron mucho, Chequito cree que nunca había llorado tanto en su vida, lloraron hasta que mamá cambio de opinión.
Así es como terminan los tres en casa de papá decorando la sala para recibir a Max.
Carlota hizo un dibujo de todos ellos juntos para obsequiárselo a Max y Chequito le pidió a mamá que lo ayudara a hacer galletas para Max.
Estaban muy emocionados, pero tenían que esperar.
—Chequito, hay que traer a Sassy y Jimmy, para que reciban a Max, seguramente lo extrañan mucho.
Chequito asiente y ambos se alejan de mamá, buscan a los gatitos por toda la casa, siempre son difíciles de encontrar porque se esconden en todas partes.
Están en la habitación de Chequito buscando a alguno de los gatos, cuando le toca el brazo a Carlota para que se siente a su lado.
—¿Qué? —Pregunta ella curiosa.
—No quiero que Max vuelva a irse de la casa ¿Qué tal si le pasa algo malo de nuevo? —Carlota asiente, parece muy de acuerdo.
—¿Cómo haremos eso?
—No lo sé... tenemos que evitar que papá y Max se molesten, solo así estarán juntos por siempre.
—¿Entonces ya nos agrada Max? —Pregunta Carlota emocionada.
—Si, ya nos agrada Max —Responde Chequito muy seguro.
—Pero ¿Ya no te molesta que mamá y papá no vivan juntos?
Chequito bajó la mirada al escuchar la pregunta de Carlota. Había veces que aún deseaba que todo volviera a ser como antes, cuando mamá y papá vivían juntos y todo parecía más sencillo.
—A veces —respondió Chequito con sinceridad, no puede mentirle a Carlota —. Todavía extraño cómo eran las cosas antes, cuando vivíamos con mamá y papá juntos. Pero también me gusta cuando estamos con papá y Max.
Carlota se quedó en silencio por un momento, jugueteando con un mechón de su cabello mientras procesaba lo que su hermano había dicho.
—A mí también me agrada Max —dijo finalmente—. Es divertido, y ahora cocina muy bien. Pero, sí, a veces también extraño a mamá y papá juntos. Aunque creo que... ya está bien así. Mamá parece más feliz ahora, y papá también.
Chequito asintió. Sabía que Carlota tenía razón.
—Entonces... ¿qué hacemos? —preguntó Carlota, inclinándose hacia él, como si ya estuviera esperando una solución.
Chequito se quedó pensando. No quería que Max se fuera. Y aunque no podía controlar si mamá y papá volvían a estar juntos, al menos podía intentar mantener a papá y Max felices.
—Tenemos que ser buenos con Max—dijo finalmente, con determinación—. Así sabrá que queremos que se quede. Y si papá y Max están contentos, no habrá razón para que se peleen. Solo tenemos que portarnos bien y... ayudar cuando podamos.
Carlota asintió, emocionada con la idea.
—¡Sí! —dijo con entusiasmo—. Vamos a ser los mejores hijos del mundo, para que Max quiera quedarse para siempre.
Ambos se rieron suavemente, aunque le parecía raro que Carlota insinuara que eran los hijos de Max.
—Bien, ahora tenemos que encontrar a Jimmy y Sassy —dijo Chequito, poniéndose de pie y sacudiéndose los pantalones—. Max seguro los quiere ver cuando llegue.
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Papá, Max y Nosotros | Chestappen |
Novela JuvenilPapá tiene un nuevo amigo. Es muy alto y no sabe hablar español, su nombre es Max (Chequito conoce a un amigo que tiene un amigo que tiene un perro con ese nombre) tiene un apellido difícil de pronunciar y trae regalos para él y su hermana Carlota c...