Parte 15: Un nuevo viaje

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El reino de Lemuria da un amanecer completamente distinto a comparación de los anteriores, era un respiro más fresco, un ambiente limpio, un ritmo relajado. En lugar de Lemurianos siendo torturados y obligados a trabajar en extremas condiciones en las minas, ahora ellos regresan a sus actividades que habían enterrado hace casi 20 años tras la llegada de Skoler y su ejército.

Todo había vuelto a la normalidad, y Ruby de ello. La kraken peli azul camina por las calles de Lemuria para admirar las actividades y costumbres de los lemurianos. Todos ellos la saludaban con una sonrisa a lo que Ruby devuelve el gesto con entusiasmo. Uno de ellos le arroja una fruta típica del reino, Ruby la atrapa, agradece al hombre y come de la fruta, sin poder saber lo que era, pero era indudablemente deliciosa.

La kraken sube una pequeña colina, ya en la cima logra observar la verdadera cara del reino, su gente trabajadora y amable, y el ambiente tan impresionante que tanto su abuela le contaba.

-Es asombroso ¿No crees? – Faron aparece detrás de la kraken.

Esto tomo por sorpresa a Ruby quien voltea rápidamente y deja su preocupación a un lado al ver que se trataba del príncipe de Lemuria.

-Creo que "asombroso" se queda muy corto. Es bellísimo, tal y como mi abuela me lo contaba. – Ruby mostro su alegría al príncipe antes de dar otro mordisco a su fruta.

-¿Sabes Ruby? Este reino fue considerado como una de las maravillas del océano cuando mis padres reinaban. – Faron hablo con emoción en su voz al recordar cuando era niño y sus padres eran los reyes de Lemuria, hasta que llego Skoler. Faron suelta un suspiro al ver el desastre que había causado el ejército, a su perspectiva, el reino ya no es ni la sombra de lo que era antes. -Luego ellos llegaron y... bueno... dejo de serlo. – Faron se expresó melancólicamente viendo el desastre que Skoler causo.

Ruby nota la tristeza en el príncipe y tiene algo que decir al respecto. -Te equivocas, esto no ha dejado de ser una maravilla. Se que ellos destrozaron muchas cosas, y... yo destruí el palacio sin querer, pero ahora son libres y todo puede reconstruirse. Además, lo que hace este reino una maravilla no son las enormes pirámides o los diamantes y oro que tengan, sino su gente. –

Las palabras de la alegre kraken conmueve al príncipe, quien se da cuenta que probablemente veía todo el reino desde un lado superficial y no desde el corazón.

-Oh! A propósito ¿ha visto a mi amiga Chelsea? No la he visto en toda la mañana. – Ruby miraba hacia todos lados preocupada por no haber visto a su amiga marina el día de hoy.

-Chelsea... ¡Oh, claro! Esta por allá jugando con los niños. – El príncipe señala hacia el jardín.

En realidad, Chelsea no jugaba con los niños, más bien los niños jugaban con ella. La pobre sirena tenia a los niños y bebés lémures colgando de sus brazos, bien agarrados a sus pies y trepados en su cuerpo y cabeza. Los niños alegremente jugaban con su cabello pelirrojo mientras ella solo caminaba con un rostro que claramente reflejaba fastidio y cansancio.

-Auxilio... - La sirena susurro mientras caminaba con todos los niños sobre ella.

Ruby carcajea al ver el problema en el que se ha metido su amiga.

-Son bienvenidas de quedarse aquí el tiempo que gusten. – Faron propuso amablemente a Ruby.

-Le agradezco mucho su propuesta, príncipe Faron. Pero mi amiga y yo tenemos mucha prisa, tenemos que buscar a alguien. – La joven kraken dijo completamente segura, ganándose la curiosidad del príncipe.

-No es por entrometerme mucho, pero... ¿Puedo saber a quién buscan? Tal vez podríamos ayudarles. – Faron propuso pensando que se trataba de una tarea fácil.

Krakens y Sirenas 2: Maravillas del OcéanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora