___ Sasaki, una estudiante de tercer año del Karasuno y miembro del club de voley femenino.
Sugawara Koushi, su compañero de clase y amigo de hace un tiempo.
La vida de ___ cómo jugadora llega a su fin debido a una difícil decisión, ahora su vida...
La lluvia continuaba cayendo alrededor mientras me alejaba dejando a mis espaldas la casa de la chica. Al girar en la esquina apoyé mi espalda en la pared y cubrí mi rostro con mis manos, buscando ocultar el sonrojo que se había trazado en mis mejillas.
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Mierda, mierda ¿Pero qué he hecho?- me pregunté a mí mismo, mis palabras siendo ensordecidas por la lluvia- Me va a odiar, me va a dejar de hablar.
Todas las malas cosas que podrían pasar entre ambos por lo ocurrido recorrieron mi mente, haciendo que mis piernas perdieran fuerzas y que terminara de cuclillas.
Pero el rostro de ___ apareció en mi mente, sus cálidos labios bajo los míos, sus ojos sorprendidos pero que terminaron cerrándose durante unos segundos, su piel húmeda por la lluvia pero cálida bajo mi mano, todo en ese momento fue hermoso, puse mi mano sobre mis labios recordando los de ella, tan jugosos, tan inesperadamente dulces y tan codiciados por los míos.
Con el corazón en un puño y la mente dando vueltas retomé mi camino, sin dejar de pensar en ella.
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Esa noche se me hizo muy complicado dormir, cuando me desperté sobé mis ojos, pegados por la mala noche, mi mente había estado imaginando mil escenarios distintos.
No voy a poder mirarle a la cara- susurré mientras estaba sentado en el borde de la cama, rodeado por la oscuridad.
En ese momento la pantalla de mi móvil se encendió.
Era un mensaje de ella.
"Hoy no pases a buscarme" leí en la pantalla, acto seguido apagué el móvil.
La había cagado seguro, no quería verme, ahora la había perdido por simplemente dejarme llevar.
No puede ser...- agaché la cabeza mientras notaba cómo mis ojos se humedecían- No quiero perderla.
Estuve unos instantes allí intentando recuperarme y con pesadez continué con mi rutina, buscando despejar la mente.
Salí de casa y al pasar por la entrada de la casa de ____ mi corazón se aceleró recordando lo de la noche anterior, agarré con fuerza las asas de mi mochila y aceleré el paso, estaba seguro de que no querría verme ni en pintura.
El camino sin ella fue como un funeral, sin su risa, sin su suave voz....se sentía vacío.
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Buenos días- la voz de Daichi me sacó de mi mente, de manera un tanto vaga devolví el saludo- ¿Qué ocurre?
Preguntó acercándose a mi, ambos estábamos llegando al instituto.
Nada, tranquilo- respondí, mi voz se rasgó un poco.
Venga, vamos Suga, te conozco, te pasa algo.- insistió- Hoy no has llegado con ____-chan ¿es por ella?
