Capítulo 15

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A la mañana siguiente me levanté temprano, con el corazón aún latiendo con fuerza y una mezcla de nervios y emoción que me recorría, sabía que había dormido, pero todo parecía un sueño, los labios de Suga sobre los míos, sus bonitas palabras, el calor de sus manos... Un enorme sonrojo apareció en mi rostro y comencé a girar sobre la cama como una bolita.

Con el estomago ligeramente revuelto por los nervios comencé a prepararme para ese día y mientras terminaba de arreglarme, escuché a mi madre rondando por la cocina. Tomé aire, me preparé y bajé, intentando parecer más calmada de lo que realmente estaba.

Buenos días -dije, buscando algo para desayunar.

Buenos días, ___ -respondió mi madre, con una sonrisa cálida pero ligeramente curiosa-. ¿Dormiste bien? Estás... especialmente radiante hoy.

Sentí el calor subir a mis mejillas de nuevo mientras me servía un poco de café, buscando ganar unos segundos para pensar cómo responder.

Ehm... sí, dormí bien, solo estoy emocionada por, bueno, los partidos de los chicos y todo eso -murmuré.

Ah, claro -dijo, mirándome con una ceja alzada y esa expresión que usaba cuando sabía que yo ocultaba algo. se acercó un poco, sonriendo con complicidad- Porque no tiene nada que ver con Sugawara, ¿verdad?

¡Mamá! -exclamé, mi cara más roja que una señal de stop, no sabía cómo podía ser tan perspicaz, estaba segura de que era bruja o algo.

Ella se rió, pero antes de que pudiera preguntar más, alguien llamó a la puerta, sabía exactamente quién era, y los nervios se intensificaron al abrir.

Allí estaba Sugawara, con su sonrisa amable y una pequeña inclinación en la cabeza.

Buenos días, ____-chan -dijo y luego miró a mi madre, saludándola con una ligera reverencia-. Buenos días, señora, espero que no la moleste que pase por aquí tan temprano.

Mi madre sonrió y le devolvió el saludo.

Buenos días, Sugawara, en absoluto, de hecho, me alegra verte por aquí... -me lanzó una mirada cómplice, sus ojos llenos de una sospecha evidente- ¿Quieren desayunar algo antes de salir?

La miré, sintiendo cómo mis mejillas ardían.

Oh, no queremos molestar, ya deberíamos de salir, ¿verdad, Suga? -dije, tirando de su brazo suavemente, aunque él parecía entretenido con la conversación.

Bueno, si tú quieres... -respondió él, sonriendo divertido.

Mi madre alzó las cejas, pero sonrió con un gesto satisfecho.

Diviértanse, y  Sugawara, vuelve cuando quieras.- dijo mientras se alejaba, con una ligera risa.

Antes de que pudiera hacer más preguntas, me despedí rápidamente y salimos de la casa, con el corazón latiendo a mil por hora, dimos unos pasos y escuché la risa suave de Sugawara.

Creo que tu madre ya sabe que te hice feliz, ___ -comentó, guiñándome un ojo.

¡No te rías! -le respondí, divertida-. ¡Tú eres el culpable!

Y él, sin perder su sonrisa, entrelazó sus dedos con los míos, haciéndome olvidar el resto del mundo.

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Mientras caminábamos hacia el instituto, aún con las manos entrelazadas, sentía una mezcla de emoción y nervios que me hacían sonreír sin darme cuenta, todo se sentía increíblemente nuevo y natural al mismo tiempo. A nuestro alrededor, la ciudad apenas despertaba, y el sol iba apareciendo, pintando las calles de tonos cálidos.

Sweet -- Sugawara Koushi x readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora