Hiroshi se despierta al amanecer, antes de que los primeros rayos de sol iluminaran el dojo, se levantó en silencio, asegurándose de no despertar a Shiro y Koharu, quienes aún dormían en habitaciones cercanas. Se estira brevemente, sintiendo la tensión en sus músculos disiparse, y luego se viste rápidamente, colocando su abrigo negro sobre su remera blanca.
Afuera, el aire es fresco y el entorno está en silencio, salvo por el canto de algunos pájaros. Hiroshi se dirige a su pozo de agua, donde se inclina para lavarse el rostro con el agua fría. El contacto con el agua lo despierta por completo, y cierra los ojos un momento, concentrándose en los sonidos a su alrededor, un hábito que lo ayuda a centrar su mente antes de comenzar el día.
Luego, Hiroshi regresó a su hogar y se dirigió a la cocina, donde empezó a preparar el desayuno. Mientras corta las verduras y calienta el agua para el té hace movimientos tranquilos y calculados, disfrutando de la rutina matutina. Luego de eso piensa en la jornada que les espera, en las enseñanzas que compartirá con Shiro y Koharu.
Pasado un rato, Shiro se despierta, seguido de Koharu. Ambos se encuentran con Hiroshi en la cocina. Shiro, aún un poco adormilado, se sienta en la mesa mientras Koharu lo sigue, ya más despierta, y sonríe al ver a Hiroshi ocupado en la cocina.
Hiroshi: Buenos días, Dice con una sonrisa amable mientras coloca el desayuno en la mesa Espero que hayan descansado bien.
Shiro: Buenos días... Sí, dormí bastante bien, gracias. Responde sirviéndose una taza de té
Koharu: Buenos días, también yo, gracias por preguntar, señor Hiroshi. Responde mientras toma un plato con comida
Se sientan juntos a la mesa y comienzan a desayunar. La comida es sencilla pero sabrosa, y hay un ambiente de tranquilidad mientras comen. Después de un rato, Hiroshi rompe el silencio.
Hiroshi: Hoy empezaremos con algunos ejercicios básicos para mejorar sus habilidades con la katana. Mira a Shiro y Koharu con atención Ambos tienen un gran potencial, pero es importante afilar sus habilidades si quieren enfrentarse a enemigos más fuertes.
Shiro asiente en silencio, sus ojos reflejaban una determinación renovada. Koharu, por su parte, parece concentrada y lista para lo que venga.
Hiroshi: Además, es importante que trabajen en su sincronización. Las batallas no solo se ganan con fuerza, sino también con estrategia y coordinación. Quiero que confíen en sus instintos, pero también en sus compañeros.
Shiro y Koharu se miran brevemente, conscientes de la importancia de esas palabras. Sabían que, a partir de ahora, dependen del otro.
Koharu, después de algunos minutos de silencio, parece estar reflexionando sobre algo. Finalmente, mira a Hiroshi, quien saboreaba su taza de té, y se decide a hablar.
Koharu: Señor Hiroshi, hay algo que quería contarle... Dice con voz calmada pero con un toque de seriedad
Hiroshi levanta la vista, interesado, y asiente para que continúe.
Koharu: Tengo el control sobre el elemento de la Serenidad... Sus ojos se encuentran con los de Hiroshi, esperando su reacción
Hiroshi coloca suavemente su taza sobre la mesa, tomando unos segundos para procesar lo que Koharu acaba de compartir. Sus ojos brillan con una mezcla de sorpresa y respeto.
Hiroshi: El elemento de la Serenidad... Murmura, y luego sonríe con calidez Es un elemento raro y poderoso, Koharu. La serenidad no solo trae calma al alma, sino que también puede ser un ancla en medio del caos. Cuéntame más, ¿Cómo lo has manejado hasta ahora?
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Nacidos del Abismo
FantasyEn un mundo donde la serenidad de la naturaleza se entrelaza con fuerzas desconocidas, Shiro Yukimura y Koharu Suzuki se encuentran en medio de un viaje que definirá su destino. Shiro, un joven que carga con el peso de un pasado doloroso, y Koharu...