Koharu, con lágrimas en los ojos, corría a través del bosque, su cabello ondeaba detrás de ella mientras intentaba escapar. Su desesperación era notable, cada paso resonaba con su angustia.
La chica corría sin detenerse, sus pies tocaban el suelo cubierto de hojas mientras el eco de la batalla resonaba a lo lejos. Las lágrimas caían libremente por sus mejillas, mezcladas con el sudor y la suciedad que se había adherido a su piel en su frenética batalla.
Koharu: Shiro... Lo siento... Lo siento... Lo siento... Murmura entre sollozos
Sus pensamientos estaban nublados por la desesperación. Sabía que su amigo estaba allí, luchando contra la Kuragami, y el miedo de perderlo la aterraba. Su corazón latía con fuerza, y aunque sus piernas temblaban de agotamiento, no podía permitirse detenerse.
Koharu: Volveré por ti Shiro... No te dejaré solo...
A poca distancia, el chico de cabello blanco, Shiro Yukimura, está enfrascado en una feroz batalla. Su katana brillaba bajo la luz tenue del bosque, cortando el aire con precisión y fuerza mientras se enfrentaba a una Kuragami formidable. Su rostro, marcado por el cansancio, reflejaba una gran determinación mientras bloqueaba y contraatacaba con gran habilidad los ataques de la Kuragami.
Yami: Te voy a matar... Maldito pedazo de mierda... Sonríe levemente mientras su cabello se movía con el viento
Shiro: Vaya... ¿Eso es lo que crees? Levanta su katana y se acerca rápidamente a Yami
Yami: ¡¿Ah?! Pierde su brazo izquierdo dejando salir una gran cantidad de sangre
Shiro: Te voy a matar... Maldita perra...
Shiro blandía su katana con precisión, cada golpe resonaba con la fuerza de su Elemento Primigenio que fluía a través de su cuerpo. La Kuragami, envuelta en un aura púrpura y siniestra, se deslizaba con gracia antinatural, sus ojos brillaban con un poder psíquico que retumbaba en la mente de Shiro, tratando de romper sus defensas mentales.
Yami: Con una sonrisa maliciosa ataca a Shiro ¡¿Crees que puedes vencerme, niño?! Tu mente es débil, tu corazón quebradizo, puedo sentir tu dolor.
Shiro: Esquiva los ataques de Yami mientras se movía entre los árboles usándolos como escudo Demasiado lenta... Escoria...
Yami alzó una mano, y una ráfaga de energía psíquica invisible golpeó a Shiro, lanzándolo contra un árbol cercano. La corteza se rompió bajo el impacto, y Shiro cayó de rodillas, jadeando por el dolor. Pero mientras la Kuragami se acercaba, confiada en su victoria, una fuerza oscura y poderosa comenzó a emanar de Shiro.
Shiro: Con voz temblorosa No voy a... Dejar que me derrotes...
Su katana comenzó a brillar con una luz oscura y etérea. El Elemento Primigenio, envolvió a Shiro en un aura de energía ancestral que parecía desestabilizar la realidad misma a su alrededor. El suelo temblaba, y la atmósfera se llenaba de una opresión tangible.
Shiro: Sincronización del Elemento Primigenio...
Yami: Frunciendo el ceño y retrocediendo ligeramente ¿Qué es esta sensación?
Shiro: Levantándose mientras sus ojos brillaban con una luz azulada Abismo Primordial...
Shiro infunde su katana con la energía del elemento Primigenio, haciendo que la hoja vibre con un poder oscuro y abismal. El chico sostenía su katana firmemente y se pondría en posición de ataque
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Nacidos del Abismo
FantasíaEn un mundo donde la serenidad de la naturaleza se entrelaza con fuerzas desconocidas, Shiro Yukimura y Koharu Suzuki se encuentran en medio de un viaje que definirá su destino. Shiro, un joven que carga con el peso de un pasado doloroso, y Koharu...