ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 9 : 𝕍𝕚𝕤𝕖𝕟𝕪𝕒 𝕋𝕒𝕣𝕘𝕒𝕣𝕪𝕖𝕟

239 31 0
                                    

Lanzó miradas nostálgicas a la dirección donde se encontraba la Calle del Acero. Le gustaba jugar con los niños del pueblo y ayudar a una muña a repartir despensas, pero su cerebro necesitaba algo de estímulo intelectual, sus manos también cosquilleaban por golpear algo de metal.

Además, le había prometido al viejo Ryll Mott que lo visitaría para hablar de teorías sobre cómo forjar acero valyrio. Lottar, el herrero por excelencia de Dragonstone, descendiente de semillas de dragón como todos los que habitaban la isla, tenía ideas bastante interesantes y Visenya estaba recopilando todo lo que pudiera porque su misión era regresar ese arte a la vida.

Era una pena que un material tan fino fuera reducido a sólo unas cuantas espadas y cuchillos en todo el continente. Ella pensaba que cada príncipe y princesa Targaryen merecía tener por lo menos una daga de acero valyrio.

— Te llevaré en otra ocasión, luz de estrellas, podrás pasar un día completo molestando a los herreros —kepa le jaló juguetonamente la coleta con trenzas.

— Ellos disfrutan mi compañía, gracias —replicó, levantando el rostro para ver la expresión divertida de su padre sanguinario y tonto —. ¿Y lo dices en serio? ¿Un día completo?

—Lo juro por mi nombre.

— ¿ Un día completo cada semana ? —abrió mucho los ojos e hizo un puchero, de esa manera que muña decía era adorable y siempre le conseguía lo que deseaba.

—Estás abusando.

— Sería abuso si pidiera bajar todos los días. Por favor, papá. En Dragonstone pude visitar a Lottar todo el tiempo.

Kepa frunció el entrecejo.

Visenya podía adivinar lo que él estaba pensando, que en Dragonstone no había enemigos, que toda la isla estaba bajo el control estricto de Daemon Targaryen y nada podía lastimar a su familia. Sin mencionar que toda la gente de la isla, nativos y nobles jurados, eran ferozmente leales a los Targaryen, especialmente a la línea que era su gobernante.

Todavía recordaba que Ciri, la cocinera del castillo, había envenenado a Alfred Broome después de que éste dijo cosas asquerosas y terribles sobre muña. El idiota, que había estado reinando Dragonstone en el periodo en que kepa estuvo en los Peldaños y muña se mudara a la isla, nunca había aprendido sobre la lealtad de los lugareños a su princesa y no tuvo cuidado de soltar su idiotez dentro de las paredes. del castillo.

Nadie fuera de la servidumbre sabía lo que realmente había sucedido. Visenya lo sabía porque había sido un bebé cuando las sirvientas que estaban limpiando la guardería chismorrearon entre ellas.

— Bien, pero sólo bajarás con mi compañía. Si no puedo hacerlo, no insistirás y esperarás hasta que pueda .

— Es justo —asintió y lo abrazó por la cintura, colocando la barbilla contra su estómago para mirarlo a los ojos —. Gracias papá .

Visenya sintió el momento exacto en que el Príncipe Canalla se derritió.

— Ya que terminaste de ser extorsionado hábilmente por nuestra hija, podrás escoltarnos al siguiente orfanato —muña se acercó a ellos, saliendo del orfanato próximo a la plaza principal, sonriendo y pasando suavemente las manos por las cabezas de los niños que los rodeaban.

— Y el asilo —Jacaerys estaba actuando como un perfecto príncipe, todo erguido y noble, otorgando sinceramente su atención a niños y adultos. Él había estado dentro con muña, mientras Visenya y Lucerys jugaban fuera con los huérfanos y otros niños bajo la vigilancia de kepa —. Están uno al lado del otro .

Aún lejos de la capital, muña logró implementar un proyecto de caridad. Abró el primer asilo, Casa de Daella, para todo aquel anciano que no tuviera familia ni la manera de proveerse a sí mismo; ella tuvo la brillante idea de ubicarlo junto a un orfanato, Casa de Aemma, para que niños y ancianos se hicieran compañía, y así tuvieran un sentido de familia.

**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ 𝓢𝓪𝓷𝓰𝓻𝓮 𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓪𝓰𝓾𝓪 ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora