＊*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ 𝓢𝓪𝓷𝓰𝓻𝓮 𝓮𝓷 𝓮𝓵 𝓪𝓰𝓾𝓪 ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚＊

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 7: 𝕁𝕒𝕔𝕒𝕖𝕣𝕪𝕤 𝕋𝕒𝕣𝕘𝕒𝕣𝕪𝕖𝕟

—Llevan hablando demasiado tiempo —miró hacia las puertas cerradas que unían la guardería con los aposentos de sus padres.

—Decidir quién será tu prometida es cosa seria —su hermana dijo de manera ausente.

Visenya estaba sentada en el suelo desnudo, escribiendo en un pergamino.

Sus dedos, los dobladillos de las mangas de su vestido, y la misma falda del vestido, estaban manchados de tinta. Y ella estaba rodeada por pliegos de pergamino de diferentes tamaños. Ella estaba haciendo cálculos imposibles, aunque Jacaerys no sabía si eran para un proyecto personal o un proyecto conjunto con el tío Vaegon.

—Pensé que lo comprometerían con una de nuestras primas Celtigar —Lucerys lo miró mientras jugaba con los pequeños pies de Gaemon, ambos sentados sobre una suave alfombra.

—Todavía pueden —Visenya se encogió de hombros.

¿Cómo podía dividir su atención así?

Jacaerys necesitaría de toda su concentración para hacer cálculos tan complicados, aunque, a decir verdad, dudaba que algún día alcanzara el nivel de conocimiento de su hermana. Ella dejaba en vergüenza al maestre Gerardys y al tío Vaegon.

— ¿Pero debería? ¿No necesitamos —no supo cómo expresarse, así que sólo dijo —: más?

—Vaella y Rhaena tienen apellido Celtigar, pero siendo nietas de la Serpiente Marina tendrán la riqueza y la flota Velaryon para respaldarlas si alguna de ellas se convierte en tu futura reina.

Jacaerys pensaba lo mismo que su hermano.

—Y ganaríamos tres dragones adultos más —agregó.

—Pero eso no será suficiente para poner el temor de dios en los Verdes, tampoco dará prestigio especial a nuestro lado —tarareó Visenya, todavía sin apartar la mirada del pergamino.

— ¿Qué quieres decir, Senya? —Lucerys se inclinó en la dirección de su gemela.

Visenya por fin levantó la mirada. Ella nunca ignoraba el llamado de Lucerys, sin importar qué tan tonta o molesta fuera la razón.

—Un matrimonio con Casa Velaryon es esperado y no está mal, nuestro lado obtendría todas las cosas que mencionaron, pero no sería un verdadero acontecimiento como, no sé, Jace casándose con una princesa Martell.

Las tías Rhaella y Maegelle, que habían estado hablando tranquilamente con las damas Anora y Prudence Celtigar, y Carla Velaryon, las niñeras de él y sus hermanos, redirigieron su atención a Visenya en cuanto escucharon el nombre Martell.

—Padre los detesta —padre no había olvidado la participación que los Martell tuvieron en la guerra de los Peldaños de Piedra varios años atrás.

—Y los dornienses asesinaron a la Reina Rhaenys y fue en sus arenas donde el Príncipe Aemon fue asesinado —Lucerys tomó a Gaemon en brazos cuando su hermanito comenzó a quejarse por la falta de atención.

—Cierto, cierto y cierto. Pero un matrimonio con la Casa Martell uniría finalmente a Dorne al Trono de Hierro, ya no serían los Siete Reinos bajo la Corona Targaryen sólo de nombre, sino de verdad. Y el reino no tendría que sangrar por ello —Visenya apartó un mechón rebelde de cabello que escapó de su coleta, indiferente a la tinta que dejó en su cabello blanco como la nieve —. Madre y Jace tendrían un gran ejército y flota para defender sus reclamos; los dornienses son fuertes y decididos, y no darán marcha atrás cuando su sangre se sentará en el Trono de Hierro por generaciones.

— ¿Y la pureza de nuestra sangre? —inquirió Lucerys —. Nuestros tíos y tía no han podido vincularse con dragones.

Visenya se encogió de hombros.

—Creo que eso tiene más qué ver con que su madre y abuelo son personas terribles, o padre les lanzó una maldición —eso último era muy probable, kepa amaba incursionar en cosas arcanas —. Los Martell también tienen magia en su sangre, son descendientes de los antiguos Magos del Agua. Tal vez hasta equilibren nuestra sangre Targaryen. Sin mencionar que no tiene problemas con mujeres heredando y gobernando, así que reinas sentándose en el Trono de Hierro puede convertirse en algo recurrente y no sólo una excepción para nuestra madre. Y de cualquier forma, la sangre valyria podrá reforzase en la siguiente generación. Jace puede casar su heredero o heredera con un niño tuyo o de Gigi.

— ¿No tuyo?

—No sé si quiero tener hijos —ni Lucerys ni Jacaerys la juzgaron por eso, Visenya siempre sería libre de tomar sus decisiones, sus padres la estaban criando para que fuera así, crearían oportunidades para que sucediera, tal como hacían y harían con sus hijos varones.

—La Serpiente Marina y la princesa Rhaenys podrían molestarse —lo que Jacaerys quiso decir era que podrían perderlos como aliados.

—Vaella o Rhaena puede casarse con Luce o Gigi —ella arrugó la nariz, no estaba contenta con lo que dijo, pero era lógico —. Y si no, tenemos más dragones que ellos, pero no creo que lleguemos a eso. Muña y tía Laena son uña y carne, y el tío Laenor nos ama demasiado como para convertirse en nuestro enemigo.

Tío Laenor les había dicho una vez que lo único que lamentaba de no haberse casado con muña era que perdió la oportunidad de ser su padre.

—Si ya terminaron de conspirar, vengan aquí, es hora de la merienda —tía Rhaella los llamó mientras las niñeras indicaban a los sirvientes dónde colocar las charolas de comida.

Habían estado tan enfrascados en su conversación que no se dieron cuenta que los sirvientes entraron.

— ¿Qué comió Rhaenyra que tuvo hijos tan inteligentes? —suspiró la tía Maegelle.

—Hijos precoces —tía Rhaella corrigió con cariño.

Jacaerys miró hacia las puertas que permanecían cerradas, ¿debería decir a sus padres lo que él y sus hermanos hablaron?

✨ฅ⁠^⁠•⁠ﻌ⁠•⁠^⁠ฅ✨