Pasada ya la ultima noche en la que los invasores estarían en la isla, se preparaban para marchar devuelta a su hogar dulce hogar.
Mientras unos y otros se quejaban por tener que irse, otros se quejaban por no poder conocer la isla por completo, y los demás tenían dudas en sus mentes.
"¿Que pasaría con los niños que viven aquí?"
No sabían la respuesta de los chicos que desde antes vivían Aquí, por lo que rápidamente asumieron que no irían con ellos.
Y aunque por mas que quisieran no se los podían llevar si su consentimiento no querían dar.
"¿Ellos estarían bien?"
Lo mas probable es que si, ya llevaban seguramente años en este lugar, pero no significa que no se vallan a preocupar.
"¿Y esa chica, será que no es su pequeña Dámara?"
Ya no sabían ni que pensar, la posibilidad todavía seguía en pie, pues sentía que habían visto esa mirada antes.
Pero entre mas lo pensaban, mas poco probable se hacia en sus mentes, pues en personalidad no se parecían en nada.
Mientras su pequeña era mas gruñona, la chica de la isla era mas juguetona, la suya era amargada y antisocial, la de la isla parecía feliz y que la compañía de otros podía fácilmente disfrutar.
Eran cada vez mas grandes las diferencias que encontraban en su pequeña princesa, y la chica salvaje.
Y eso los hacia dudar.
Solo era cuestión de poco tiempo para que ya no la vuelvan a ver de igual manera, pues no la podían obligar.
Según el horario hecho se irían a mediodía, pues antes tenían que limpiar el desorden que ellos mismos hicieron.
Pero a pesar de que faltaban horas para marchar, la pequeña Helena se mantenía frente al lujoso yate, sentada en un sillita, con un sombrero de playa y lentes oscuros.
En espera de su querida y nueva amiga, pues la chiquilla estaba segura de que ella junto a sus hermanos irían junto a su familia.
Algo que sus hermanos encontraban adorable, y a la vez triste, ya que ellos sabían que muy probablemente ella no vendría.
pasadas las horas, seguian alistando todo para poder irse, mientras algunos aprobechaban las pocas horas que quedaban para ver la hermosa tropical que la isla poseía.
Abrí mis ojos con pereza, restregué mi mano sobre mi cabeza y luego la pase sobre mi cabello; me senté en la hamaca, para estirar mis brazos.
Volteo hacia la ventana abierta, donde se lograba ber una familia de aves disfrutando del sol mañanero.
Tantos años y aun no entendía como le hacían los animales para tener energía en la mañana.
Y no es que yo no sea energética, solo que aveces siento un gran peso sobre mis hombros, el cual me obliga a seguir durmiendo, tristemente o las aves o mis hermanos son los encargados de que despierte.
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mi hija salvaje ( Damian Wayne )
Fanfictionhace años en la fiesta de matrimonio del multimillonario Bruce wayne un rico magnate con Selina Kyle que se celebró en medio del mar con solo familia y amigos; una gran tormenta cayó provocando que la hija menor Dámara Wayne de cinco años cayera al...