cap.4 los invasores II

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La familia Wanye se divertía viendo el panorama de la bella isla desierta mientras los chicos de la isla estaban helados por la llegada de los invasores que invadían sus tierras.

La familia junto al capitán fueron a dar un pequeño paseo para irse adaptando al ambiente en el cual estarían una semana entera.

Los chicos se dividieron, Dámara los vigilaria con Al mientras los mayores inspeccionaron el yate de los invasores.

Los chicos no encontraron nada raro solo lo usual, comida, ropa... claro que también aprovecharon para robar algunas cosas, ahí que saber aprovechar.

Pasaron el rato revisando entre las cosas de los invasores así perdiendo la noción del tiempo.

Pronto los invasores volvieron a su barco y gracias a Dámara y a Al lograron salir a tiempo sin ser vistos por nadie en tiempo récord así empezando a correr.

Los tres jóvenes corrieron hacia su casa del árbol pero igualmente se escucharon los gritos de la familia al notar la falta de varias de sus cosas incluyendo ropa y joyas.

Las horas pasaron y la preocupación de los chicos no disminuyó para nada pero intentaban ocultarlo para no alterar a los demás.

Se la pasaron modificando la ropa para hacerla más cómoda, los chicos habían vistos hermosos vestidos que pensaron le quedaría a Dámara y así fue, solo que le quedaba grande de la cadera pero con un par de tijeras todo es posible.

No pudieron robar nada para ellos por el tiempo pero igualmente no le quedarían, sus ropas no estaban dañadas o regadas, solo con algo de tierra ya que ellos solían lavar su ropa para reutilizarla.

Los chicos no solo robaron ropa o comida, también una cadena plateada, algo que Dámara había estado buscando por mucho tiempo para colocar un dige de luna que había encontrado un año después de llegar a la isla.

Dámara estaba contenta con todo lo que consiguieron sus hermanos pero también estaba preocupada, la familia del millonario era las mismas personas que estaban en su sueño, y esa mujer... hacía que un escalofrío y temor creciera de ella.

Claro tenían sus diferencias, se miraban cambiados como en tamaño, cabello y demás pero los podía reconocer

-estas bien, Moon?- pregunto Jérémie preocupado el ver a su hermana menor.

-eh... si Jérémie, no te preocupes, no es nada- intento mentir pero no sirvió de nada pues sus hermanos sabían muy bien cuando mentía.

-mientes, solo miras hacia el suelo cuando intentas mentir y más en una noche tan hermosa como esta, es sobre los invasores, verdad?- cuestiono calmado.

-si... es que esa familia, siento que la eh visto antes pero no se donde o cuando y no solo por el periódico.- dijo ya cansada del asunto.

-también a nosotros nos a pasado algo similar pero cuando llegaste tu a la isla, dejamos esos pensamientos para poder cuidarte- contó calmado llamando la atención de la menor.

-oye Jérémie, nunca has tenido la pregunto de cómo será la vida de los invasores?- pregunto algo nerviosa por la posible respuesta de su hermano.

-más de una vez, siempre quisiera saber como es su vida, también Leo tiene esa pregunta, pero no sabemos si los invasores vayan a aceptarnos, pero si quieres podemos hacer el intento- ofreció el mayor.

-me gustaría, pero no quiero dejar la isla, a sido nuestro hogar por años y- Dámara no pudo terminar pues fue interrumpida por el mayor.

-sabes, tu cumpleaños se acerca, que tal si para la fecha hacemos algo distinto y hacemos un viaje, si el mundo de los invasores no es para nosotros podemos regresar a la isla- ofreció el mayor solo recibiendo un abrazo en respuesta.

-gracias, me encantaría-

La familia Wanye había salido a dar un paseo junto al capitán para ir conociendo el lugar.

-ah, mira papá! Delfines!!-dijo feliz Helena al ver al animal marino que iba pasando.

-son muy hermosos, pero no más que tu- dijo el padre en respuesta logrando sacar una tierna sonrisa de parte de la menor de la familia.

-no te alejes mucho Helena, por aquí puede haber serpientes- dijo el primer hijo, Richard Grayson, preocupado.

-si tenemos suerte, quizás logramos encontrar un tesoro escondido, igual, todo es posible- dijo Selina al lado del patriarca de la familia.

Siguieron caminando por un buen rato hasta regresar al yate, la familia se disponía a regresar a dormir y empezar un nuevo día en la isla, algo que fue posible gracias a la sordera que les provocó el grito 1ie pegaron Helena y Selina al ver la inminente falta de varios vestidos y algunas joyas.

Algo que sorprendió a toda la familia pero más al patriarca que empezaba a sospechar sobre los supuestos espíritus de la isla, pero el no se creía eso, tal vez la isla no estaba tan vacía como pensaban...

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Es corto, lo se, pero no se me ocurría nada en todo este tiempo.

mi hija salvaje ( Damian Wayne )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora