Prologo

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La brisa otoñal acariciaba las calles de Seúl con una suavidad que contrastaba con el ritmo frenético de la ciudad

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La brisa otoñal acariciaba las calles de Seúl con una suavidad que contrastaba con el ritmo frenético de la ciudad. La primera vez que puse un pie en Corea, no me imaginé lo que estaba por venir. Pensé que sería una transición sencilla; un cambio de país, un nuevo colegio, tal vez algunos amigos nuevos. Pero desde el momento en que crucé las puertas de la prestigiosa Daewon High School, supe que estaba equivocada.

Todo comenzó con una mirada. Una mirada que me atravesó, en una cafetería llena de murmullos y risas contenidas. No sabía quién era, ni por qué sus ojos parecían querer contarme una historia que no estaba lista para escuchar. Los días siguientes pasaron en una neblina extraña, cada conversación teñida de algo oculto, cada sonrisa enmascarando un secreto.

Fue entonces cuando lo encontré. El libro. Un libro cubierto de nombres, chismes, secretos y venganza. Al principio, pensé que era una broma, un relicario de adolescentes ociosas, un simple cuaderno para reírse de otros. Pero el Burn Book no era solo eso. Era una trampa. Una trampa que alguien había dejado a propósito, esperando que yo lo encontrara.

Y lo peor es que no estaba sola. Ellos me observaban. Los siete chicos que parecían gobernar la escuela desde las sombras, con sus sonrisas perfectas y su fama inmaculada. Cada uno de ellos tenía una historia que ocultar, y todas parecían estar conectadas. Conectadas a mí, aunque no entendía por qué.

Lo que empezó como un juego, rápidamente se convirtió en algo más oscuro. Los chismes, las miradas furtivas, las alianzas que se formaban y se rompían en silencio. Y en el centro de todo, ella. La chica que todos temían y admiraban. Areum Shin. Su nombre resonaba en los pasillos como una advertencia. Ella sabía más de lo que dejaba ver, y había algo que la empujaba a acercarse a mí.

No tenía idea de que lo que estaba a punto de comenzar cambiaría mi vida para siempre. Que mis días de tranquilidad, de anonimato, terminarían en el mismo instante en que abrí ese libro.

El juego ya estaba en marcha.

Y yo, sin querer, acababa de hacer la primera jugada.

Y yo, sin querer, acababa de hacer la primera jugada

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𝐌𝐄𝐀𝐍 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒: 𝐒𝐞𝐨𝐮𝐥 || ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora