sigue a Naree Choi, una joven que ha sido educada en casa en Tailandia y llega a Corea del Sur para asistir a una escuela secundaria por primera vez. Con ella trae un libro especial, el Burn Book, para registrar sus observaciones.
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Después de la charla en la cafetería y con la jornada escolar llegando a su fin, Naree se levantó de la mesa con una mezcla de alivio y nerviosismo. Había sido un día lleno de nuevas caras y un panorama social que aún estaba tratando de descifrar. Minji y Hyunwoo estaban listos para acompañarla a la salida.
—Fue un día interesante, ¿verdad? —dijo Minji, mientras los tres se dirigían hacia la salida del colegio.
—Sí, definitivamente es diferente a lo que estaba acostumbrada —respondió Naree, mirando a su alrededor mientras salían del edificio.
—No te preocupes por todo ahora mismo —dijo Hyunwoo, tratando de aligerar el ambiente—. Mañana será un nuevo día y tendrás la oportunidad de conocerte mejor con todos.
Naree asintió, agradecida por el apoyo y la compañía. Salieron al aire fresco de la tarde, y el campus comenzó a vaciarse a medida que los estudiantes se dirigían a sus casas o a otras actividades.
—¿A qué hora regresas a casa? —preguntó Minji, mirando el reloj—. Si necesitas ayuda para encontrar la parada del autobús, te puedo mostrar.
—No, gracias, Minji —dijo Naree con una sonrisa—. Creo que puedo encontrar el camino. Vivo cerca, así que debería estar bien.
—Perfecto. ¡Nos vemos mañana! —dijo Hyunwoo mientras ambos se despedían.
Naree caminó hacia la parada del autobús, su mente llena de reflexiones sobre el día. Mientras esperaba, observó a los estudiantes que se agrupaban en diferentes rincones del campus, cada uno inmerso en su propio mundo.
Finalmente, el autobús llegó y Naree subió, buscando un asiento junto a la ventana para poder ver la ciudad mientras viajaba. El viaje de regreso a casa le permitió pensar en todo lo que había experimentado durante el día: las diferentes mesas en la cafetería, los grupos sociales, y la compleja red de relaciones en Daewon High School.
Cuando llegó a su apartamento, se sintió un poco cansada pero aliviada de estar de vuelta en un lugar familiar. Subió las escaleras hasta su piso, sacó las llaves de su bolso y abrió la puerta de su apartamento.
Una vez dentro, se dirigió a su habitación y se dejó caer sobre la cama. El *Burn Book* que había traído consigo estaba en su mochila, y aunque no lo había usado aún, sabía que su contenido podría ser útil en los días siguientes. Mientras miraba el libro, se preguntaba qué sorpresas le depararía el próximo día en la escuela.
Naree se levantó de la cama y se dirigió a la cocina para prepararse una cena ligera. Mientras comía, pensaba en las personas que había conocido y en cómo podía comenzar a adaptarse a su nuevo entorno.
La noche se asentó sobre la ciudad, y Naree, después de una breve llamada a su madre en Tailandia para informarle que todo estaba bien, se preparó para dormir. Sabía que el día siguiente traería nuevos desafíos y oportunidades para entender mejor el intrincado mundo de Daewon High School.
Con el *Burn Book* a su lado y una determinación creciente, Naree se acomodó bajo las sábanas, lista para enfrentar lo que el destino le tenía reservado en su nuevo comienzo en Corea.
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