En mi sueño estuvimos juntos.
Un escenario, una luz y nuestro cuerpos en una extraña sincronía.
No había una coreografía o algo previo, es como si nuestro cuerpos nos guiaran en ese sincronizado baile.
Nuestras miradas conectadas en todo momento desprendían fuego, mi cuerpo se calentaba por la intensidad.
De momento me tenias pegada a ti, nuestras respiraciones chocaban. Me pusiste a la altura de tu cara, pegaste tu frente a la mía y cerraste los ojos.
Sentí la agitación de tu corazón.
No era simplemente le deseo carnal, era el deseo de algo mas que yo desconocía.
Abriste los ojos y tu mirada le dio un vuelco a mi corazón.
Me pusiste en el piso y solo me abrazaste.
Pasaron los minutos y tu seguías abrazándome.
De la nada volvimos a bailar, como si realmente hubiera una canción de fondo.
Al final de ese baile, me cargaste, me miraste a los ojos. Tu nariz rozo la mía y tuve el presentimiento de algo. Antes de concretar mi pensamiento lo hiciste, me besaste.
Las palabras que quedaron atoradas en nuestras gargantas se 'dijeron' en ese beso. Por instinto nos pegamos mas, como buscando el calor del otro.
Me sentí tan poderosa y vulnerable a la vez. Contigo siento que nadie puede derribarme, pero a la misma vez siento que la única persona con el poder de derrumbarme eres tú.
Al despertar lo único que tenía en mente fue la canción 'Ghost Town' de Adam Lambert.
