Era duro para el saber que ella no estaría con el, que sus sonrisas, caricias y besos no serían para el, que sus lindos mensajes no la hacían sonreír.
Era absurdo vivir en el ayer, en el ayer que compartió con ella.
Ella tan pequeña y a la vez tan grande, tan frágil y fuerte, tan... ella.
El recuerdo de disfrutar su menudo cuerpo, de sentirla vibrar en sus brazos... sólo era eso, un recuerdo.
Anhelar a cada momento el hablar con ella y pensar que lo recibirá con una sonrisa, con esa sonrisa que hacia poner una en su cara.
No la tendría de nuevo, así tendría que despertar cada mañana, con el corazón arrugado de anhelos que no tienen sentido.
Sentirse vacío, porque ella falta, sentirse vacío porque ella no regresara..