Los besos pierden significado cada que me decepcionan. Es como si en cada beso tocaran mi alma para después tirar veneno.
Perder la fe en la humanidad y sentir que me estoy marchitando es algo común en mi día a día.
Confiar ya no es un lujo, nunca lo fue, pero lo hice como si lo fuera.
Descubrir las verdades y mentiras es como jugar al escondite a media noche en un bosque y sin luna llena.
Y justo ahora estoy perdida en medio del bosque esperando a que salga el sol.
El veneno empieza a consumirme.
Siento como un dolor amargo y lleno de incertidumbre se instala en mi pecho, llevándose lo poco que queda, para transfórmalo en algo que no quiero ser.
¿Así es como quieres que sea? ¿En esto me quieres transformar?