Despierto y siento ese sabor a sangre en mi boca, de nuevo.
La cabeza me da vueltas. Casi no pude dormir anoche y además... soñé con él.
Lave mis dientes y el sabor de la sangre casi desaparece.
En modo automático comencé mi rutina. Casi llego tarde a clases.
Lo único que estaba en mi mente era él, era su sonrisa, eran sus besos.
Si, en mis sueño probé sus labios.
El recuerdo es tan abrumador como uno real.
Porque ahora, el recuerdo es lo único que me queda.
Hubo examen sorpresa y básicamente lo hice dormida, en mis momentos de lucidez (porque honestamente no recuerdo la mitad de lo que conteste) ahí estaba el, su recuerdo.
La ultima vez que había soñado con el casi desperté con lagrimas en los ojos, anhelando que eso de verdad hubiese pasado.
La diferencia es que ahora mi cabeza no deja de doler.
Desearía haberme quedado en casa.
Me resigno ante eso.
No se como tomar este sueño, la chica que se sienta adelante de mi dice que eso significa un anhelo o miedo. No podría tener miedo de sus besos. Es mas, no le tengo miedo.
Incluso si puede matarme.
Últimamente no me he sentido como yo misma, todo lo que siento es mayormente superficial, menos mis sentimientos por el.
No entiendo como puedo seguir sintiendo lo mismo por él, incluso más que antes.
¿Soy una especie de masoquista?
Lo estoy empezando a creer.
A veces deseo no tener sentimientos o al menos suprimir esa parte. Así cada quien podría seguir con sus vida, para mi suena bastante lógico.
Aunque a estas alturas nada tiene la lógica suficiente.
Quiero a alguien que no se que siente al respecto, pero que un día me quiso.Abrí los ojos y termine mi reflexión habitual.
Abrí el libro correspondiente a la clase y trate de prestar atención.