Capítulo 30: Construyendo a una Familia

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El clima en la casa de Dulce y Christopher era tenso. La llegada de Valentina había traído consigo una serie de desafíos emocionales, no solo para Dulce y Christopher, sino también para toda la familia. Valentina seguía manteniendo su distancia, tratando a todos con frialdad, y aún llamaba a Christopher "Profesor Luis," rechazando el intento de él de ser llamado por su nombre verdadero.

Dulce se encontraba en la sala con Valentina, quien estaba sentada en el sofá, abrazando un peluche mientras miraba de reojo a los demás miembros de la familia que intentaban interactuar con ella.

— Valentina, ¿te gustaría hablar un momento? — preguntó Dulce con suavidad.

Valentina la miró sin mucho interés.

— ¿Sobre qué?

Dulce se sentó al lado de Valentina y tomó una respiración profunda.

— He estado pensando en cómo podríamos llevarnos mejor. Me gustaría que fuéramos amigas. Sé que todo esto es nuevo y complicado, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Si me das la oportunidad, podemos hacer cosas divertidas juntas y empezar a conocernos mejor.

Valentina la miró con sorpresa, y tras una breve pausa, asintió.

— Está bien, Dulce. Me parece bien ser amigas.

Dulce sonrió aliviada y feliz. Se inclinó para darle un abrazo a Valentina, quien lo aceptó tímidamente.

Mientras tanto, Mateo trataba de interactuar con Valentina, sacando un juego de mesa que ambos podrían disfrutar.

— ¿Te gustaría jugar a esto? — preguntó Mateo con una sonrisa amigable.

Valentina miró el juego por unos segundos antes de asentir lentamente. Mateo sonrió y empezó a explicarle las reglas, tratando de hacer que el juego fuera divertido y no intimidante.

Christopher se acercó con una actitud relajada, intentando desarmar cualquier barrera que Valentina pudiera tener contra él.

— Valentina, ¿puedo hablar contigo un momento? — preguntó Christopher con una sonrisa amable.

— ¿Qué pasa, profesor Luis? — respondió Valentina, sin mirar directamente a Christopher.

— Puedes llamarme Christopher o Chris, si prefieres. Me gustaría conocerte mejor. ¿Qué te parece si hacemos alguna actividad juntos? Puedo enseñarte a hacer manualidades o jugar a lo que más te guste.

Valentina miró a Christopher con desconfianza, pero él mantuvo una expresión cálida y amigable.

— Está bien, Chris — dijo Valentina después de un momento, mientras su tono de voz seguía siendo cortante.

Christopher se sintió alentado por la pequeña victoria y comenzó a organizar una sesión de manualidades con Valentina, tratando de encontrar algo que le interesara. Durante el tiempo que pasaron juntos, Valentina empezó a relajarse un poco, y Christopher aprovechó para hablarle de cosas que podrían ser de su agrado, como sus dibujos animados favoritos y juegos.

En la cocina, Blanca, Fernando, Anahí y Maite se estaban preparando para la cena. Alfonso y Cristian estaban sentados en la mesa, observando cómo Valentina interactuaba con Mateo y los otros miembros de la familia. Aunque la situación seguía siendo complicada, todos estaban dispuestos a hacer un esfuerzo para que Valentina se sintiera parte de la familia.

— ¿Cómo va todo? — preguntó Maite a Dulce, quien estaba preparando la comida con un semblante preocupado.

— Estamos tratando de acercarnos a ella poco a poco. La psicóloga sugirió que debíamos ganarnos su confianza y mostrarle que estamos aquí para ella, no solo como su familia sino como amigos — explicó Dulce.

— Tienes razón, es importante que Valentina se sienta aceptada y querida. Todos debemos hacer un esfuerzo por incluirla y hacerla sentir cómoda — dijo Anahí, mirando a través de la ventana donde Valentina y Mateo jugaban juntos.

Mientras cenaban, Valentina se unió a la mesa con Mateo a su lado. Aunque aún mantenía una actitud reservada, se podía ver que estaba empezando a abrirse un poco más. Mateo le pasaba la comida con una sonrisa, y la familia hacía su mejor esfuerzo para involucrarla en la conversación.

— ¿Cómo te va con los juegos? — preguntó Alfonso, tratando de involucrar a Valentina en la conversación familiar.

— Los juegos están bien. Mateo y yo jugamos a un juego de mesa.

Blanca sonrió y asintió.

— Me alegra escuchar eso. Si necesitas algo, no dudes en decírnoslo. Todos estamos aquí para ayudarte.

La cena continuó con una conversación ligera y amable. Valentina se mostró más relajada mientras la familia la incluía en la conversación y la hacía sentir parte del grupo. Aunque todavía no la llamaba "hermana" ni se refería a Christopher como "papá," los pequeños avances eran notables.

Después de la cena, Dulce y Christopher se sentaron en el sofá con Valentina y Mateo. Juntos, comenzaron una nueva actividad, esta vez con un enfoque en lo que a Valentina realmente le gustaba. Christopher mostró a Valentina cómo hacer una manualidad que ella había mencionado antes, y Mateo ayudó a mostrarle algunos trucos y técnicas.

— ¿Te está gustando esto? — preguntó Christopher, tratando de mantener la conversación ligera y amigable.

— Sí, está bien — respondió Valentina, mostrando una ligera sonrisa mientras trabajaba en su manualidad.

Christopher y Dulce intercambiaron miradas de alivio. Aunque el camino hacia la aceptación total de Valentina aún era largo, cada pequeño paso contaba. La familia estaba decidida a seguir esforzándose para incluir a Valentina y ayudarla a adaptarse a su nueva vida, construyendo poco a poco una relación de confianza y cariño.

" La Máscara del Deseo " Donde viven las historias. Descúbrelo ahora