" La Máscara del Deseo "

Capítulo 9: Decisiones Irreversibles

Dulce se encontraba en casa con Alejandro, tratando de ocultar la confusión que sentía en su interior. Las cosas entre ellos habían mejorado en las últimas semanas; Alejandro estaba haciendo un esfuerzo por reconquistarla, y ella se encontraba más dividida que nunca. Esa tarde, después de una larga conversación sobre su relación, ocurrió lo inesperado. Alejandro, con una mirada llena de ternura, se acercó lentamente y la besó.

El beso fue suave, pero Dulce sintió un nudo en el estómago. Aunque no era la primera vez que lo hacían desde que comenzaron a intentar salvar su matrimonio, esta vez, algo en ella se rompió. Sabía que, en lo más profundo de su corazón, sus sentimientos por Christopher eran innegables. Al separarse, Alejandro la miró con una sonrisa esperanzada.

—Dulce, siento que estamos volviendo a ser nosotros —le dijo con un susurro.

—Sí, claro... —respondió ella, intentando sonreír, pero la confusión estaba escrita en sus ojos.

Esa misma noche, Alejandro le informó que tendría que hacer un nuevo viaje de negocios. Dulce asintió, aliviada, sabiendo que ese viaje le daría el espacio que necesitaba para aclarar sus sentimientos.

Días después, aprovechando la ausencia de Alejandro, Dulce y Christopher volvieron a verse a escondidas. Se citaron en el mismo hotel de siempre, su refugio secreto, pero esta vez, la tensión entre ellos era palpable.

—No puedo seguir con esto, Dulce —dijo Christopher, con desesperación en la voz. —Te lo dije, no soporto más estar a escondidas, verte con él, y tener que fingir que no me importa.

Dulce lo miró, angustiada, pero no supo qué responder. Christopher se acercó y la tomó por los hombros con firmeza.

—Tienes que tomar una decisión —insistió. —No puedo seguir siendo el segundo plano en tu vida. No quiero seguir siendo tu amante, quiero que seas completamente mía.

Dulce desvió la mirada, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con escapar. Sabía que Christopher tenía razón, y no podía negar lo que realmente sentía.

—Alejandro... me besó —confesó de repente, con la voz rota. Christopher la miró sorprendido.

—¿Y qué sentiste? —preguntó, sus ojos ardiendo con una mezcla de celos y desesperación.

—Confusión. Nada más que confusión —respondió Dulce, finalmente derrumbándose emocionalmente. —Mi corazón ya no está con él, Christopher. Está contigo.

Christopher respiró profundamente, tratando de contener su emoción. La abrazó con fuerza, sintiendo cómo todo en su vida comenzaba a tener sentido, aunque la batalla todavía no había terminado.

—Entonces, ¿qué vamos a hacer? —preguntó él con suavidad.

—Planeemos una fuga —dijo Dulce de repente, sorprendiendo a ambos con sus palabras. —Ya no puedo más. Mi corazón se decidió por ti, Christopher. Es tiempo de que nos vayamos, de que dejemos todo atrás.

Christopher la miró con una mezcla de sorpresa y esperanza. No esperaba escuchar esas palabras, pero al mismo tiempo, era lo que había estado deseando durante tanto tiempo.

—¿Hablas en serio? —preguntó, incrédulo.

—Sí —respondió Dulce, segura por primera vez en mucho tiempo. —Voy a hablar con Alejandro y empezaré los trámites del divorcio. Pero necesitamos un plan para nosotros, para que esto funcione.

Antes de que la conversación continuara, Christopher decidió presentarle a alguien especial. Le pidió a Dulce que lo acompañara, y ella, aunque nerviosa, accedió.