Parentesco ~ Roces Internacionales

Spamano

El desayuno con Bulgaria fue mejor de lo que pensó, aunque al español le toco pagar el coste total del consumo, pero aún así su ánimo resurgió con mucha fuerza, de hecho el castaño se fue de nueva cuenta rumbo a la casa italiana ,no iba  dejar las cosas así, Romano siempre buscaba la forma de hacerle sentir mal, pero eso se acababa hoy, no por nada es el reino que dominó medio continente americano.

Al italiano mayor le tocaría enfrentarse al Jefe España, así es jefe con mayúscula, desde siempre el hispano mostró su lado más civilizado al pequeño Romano, nunca le trató como a los niños que encontró en el nuevo mundo, al contrario se sacrifico por el italo muchas veces y como le pagaba ? Coqueteando con chicas en cuanto tenia oportunidad e ignorandole en público. Todo a pesar de lo que ellos tenían en secreto.

Pues sí, los italianos son famosos por comer ,cantar y hacer "cosas bonitas"... pero al parecer sus representantes tenían problemas a la hora de formalizar sus relaciones y Romanito no era la excepción, más bien parecía el abanderado.

Ahora mismo en su casa ,que continuaba sucia, Romano pensaba si era buena idea llamar al español para que le ayude a limpiar y por ayudar se refiere a tomar una siesta hasta el medio día mientras el stupido hacia el trabajo, no es que dependiera del ibérico, el problema radica en su familia egoísta, el abuelo Roma se apareció y se esfumó, Veneciano no aparecía desde la noche anterior y el idiota de Rumanía también se desentendió a la hora de poner orden, a lo mejor y en realidad era su familiar.

Luchando contra todo su instinto y orgullo, Italia del sur se dirigió al teléfono para marcar el número del "país de la pasión y la limpieza" pero no le contesto, iba a empezar a proferir todo su ramillete de insultos, cuando la puerta se abrió de golpe, con toda la simpleza del mundo y vio entrar al hispano.

- ah .. España.. porque no estas en tu casa ? No te das cuenta que te marque en vano ?-

- así que... me buscas, Romano -

- no, yo no te busco, bueno sí intente llamarte pero no porque te necesite, bueno ahora si requiero tu presencia, pero no porque me guste tú compañía ,sino porque.. mira mi casa esta hecha un desastre, y como yo trabaje en tu casa a manera de esclavo, me dije ¿y si llamo al bastardo para que me devuelva en algo todo el trabajo que te dedique ?-

Después de tan larga explicación el menor reparo en la figura frente a él, España tenía el aura molesta y la sonrisa a medo lado ,como con aires de grandeza, esa actitud no le favorecería a su deber de limpiar la casa latina, otra actitud desacorde a su habitual "alegría" era su mirada verde fija sobre él, como si se tratase de una presa y como tal lo sujeto.

- España?-

- Romano, estoy harto de tu actitud ,vas a empezar a cambiar desde ahora -

El italiano puso los ojos en blanco - y en que se supone debo cambiar ?-

- primero en dejar de coquetear con mujeres !- el español señaló molesto.

- ja, que bicho te a picado ? Tú no mandas sobre mí, bastardo - el menor le apunto con el índice y después llevo ambas manos a su cintura en señal de irreverencia - Es que acaso tu lado colonizador despertó dirigiéndose a mí?-

- si lo dices de esa forma... sí, estoy decidido a pelear por ti -

- pelear ? Y como maldicione vas a "pelear" si se puede saber ?- el sureño trato de aparentar tranquilidad, pero empezo a sentir el corroer de sus nervios y todo empeoró cuando el más alto lo atrapa entre sus brazos y besa sus labios desesperado.

Romano trata de safarce, pero España lo tiene bien sujeto y en un instante agarra el rizo rebelde del menor tirando de él  y enroscandolo entre sus dedos.

Solo la falta de aire logra que España separe sus labios de la boca del más bajo, para ese instante Romano ya esta a merced del hispano.

- por qué no aceptas cuanto me amas? No es la primera vez que haremos esto - el ibérico dirige sus manos a los glúteos del más joven.

- espera, spagne..yo .. umm - el italo ladea su cabeza dejando espacio para que el ojiverde succióne la piel de su cuello, y de hecho lo hizo, dejó marcas que en su proceso calentaron al menor.

Italia del sur empezó a despojarse de su propia ropa. Pronto traía solo los interiores. España lo arrojo al sofá y mientras se comía con los ojos al ojiavellana, se desistió totalmente, sin nada que lo cubra se posicionó sobre el menor y le despojó de su ultima prenda. Romano respiraba a bocanadas y España la aprovecho, metió sus dedos en la cavidad bucal italiana haciendo movimientos de estocadas. El menor recibía los dedos gustoso, sabía que al terminar le tocaría a su cuerpo recibir al hispano.

- eres tan ardiente - España soltaba frases de halagos a su compañero, cuando considero que sus dedos estaban listos para preparar al más bajo los retiro de la boca italiana. Romano elevó y separó lo mas posible sus piernas, España introdujo sus digitos, las paredes estrechas y cálidas fueron estimuladas hábilmente. Después de todo eran amantes furtivos desde hace años ,aunque Romano se negaba. El ibérico hacia el clásico movimiento de tijeritas en la estrechez del más bajo, cuando vio como su pareja arqueaba la espalda de placer sacó de inmediato sus dedos e introdujo de golpe su palpitante dureza, arrancandole un quejido ahogado por la intromisión.

- dilo... Romano 'amore' ,dime que solo eres mío - demando el ojiverde mientras embestia con fuerza su longitud erguida en el cuerpo de su amado.

- cazzo España.. claro que sí, "io sono tuto per te" ahh -

Los jadeos de ambos aumentaron sus decibeles, ya no importaba la casa sucia ,ni el coqueterio de Romano, que sea tan temprano en la mañana, no, nada de eso, lo único que cuenta es el choque de pieles, el roce de cuerpos ,la humedad de ambos y el calor de su unión.

Los pezones del menor eran objeto de lamidas y succiones por parte del más alto, las manos de ambos recorrían lo más rapido posible el cuerpo contrario.

Las caricias eran lascivas y los gemidos se acompazaron al movimiento de cadera, faltaba poco para el punto culminante, Romano se aferro a España clavando sus uñas y le beso como si fuera adicto a la boca ajena. El ojiverde le siguió gustoso y cuando sintió como el estremeciento total del menor ,terminó adentro, vacío por completo su semilla en el cuerpo ajeno. Apenas se recuperaron del esfuerzo y se vieron a los ojos, volvieron a besarse, esta vez con más ternura y suavidad, disfrutando del amor mutuo que los une.