RoGer

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Los mejores amantes,sí, así eran conocidos los italianos y tenían a quien salir.

La puerta se abrió dejando ver una mullida cama que sería testigo del encuentro italo-germano, sería exquisito, una poesía hecha de caricias y besos.

Roma recostó a Germania en la cama y se coloco a horcajas sobre él, comenzaron a desvestirse sin pudor alguno.

- tan hermoso.. porque tienes este cuerpo tan voluptuoso ? Es para enloquecerme ?- los dedos del castaño recorrían el torso ajeno.

- mira quien habla ,Roma está curvatura es de lo más sugerente- el rubio agarro si  pudor alguno los pectorales romanos. No perdieron el tiempo en preámbulos, sus caderas se unieron en fricción constante moviéndose en forma circular tratando de eliminar cualquier espacio que hubiera entre ellos. Sus carnes calientes y duras punzaban ansiosas reclamando más atención.

- déjame empezar - demando Roma. Sin esperar respuesta se acerco a la ingle del pelilargo y le abrió el pantalón - no te había dicho ,pero cuando te vi con ese pantalón ajustado ..quería pasar mi lengua por encima de tus muslos ..

- no hagas comentarios así, si no estás dispuesto a llevarlos a cabo~

- te deje antojado ?- el más alto empezó a lamer los muslos ajenos por encima de la ropa, tal y como lo había dicho.

- quiero más de tí Roma, todo lo que puedas darme, para mí siempre será poco, siempre querré más de Roma - ante aquel llamado el latino se acerco nuevamente a la boca germana.

El rubio rodeo con sus brazos al contrario y sus labios alcanzaron su piel para entregarse en un beso desenfrenado, el movimiento irregular sirvió otra que Germania aproveche y de la vuelta a la situación, ahora él estaba encima del latino.

- esta vista es grandiosa -

- pues yo ahora tengo más acceso a esta parte - hablo con voz ronca el castaño ,mientras agarraba con sus dos manos las nalgas ajenas, apretó y acarició las curvaturas obteniendo gemidos del rubio.

- Roma...

- Germania...

El más bajo busco nuevamente la boca romana, para él esa cavidad era fuente de agua dulce y adictiva, sus cabellos largos y dorados cayeron como cascada sirviendo como cortina natural que los separaba del exterior.

Germania se aparto y con los ojos fijos y decididos bajo al sur del cuerpo latino. Allí abrió con facilidad el pantalón busco entre las ropas hasta hallar la longitud erecta. La sujeto con sus manos y ante la expectativa de Roma, frotó la punta goteante con sus pectorales. Junto la 'cabeza' con sus botones de carne ,era una sensación más allá de la lascivia. El más alto gemia sin control ,su amante bárbaro conocía muy bien las artes amatorias. Pronto su masculinidad se vio aprisionada en la boca contraria .Los sonidos guturales, la textura húmeda de la lengua, Germania  valía una y mil veces más que cualquier otra persona con quien compartió cama.

La cama se movía con ellos, el rubio ejercía mucho impulso y pronto llevaría a Roma al placer, pero se detuvo, sacó la dureza de su boca y sonreía al ver a su pareja tan desesperada por más.

- porque .. Germania amore.. amore piu ..

- ah Roma.. sí quieres más has tu parte -

La mano derecha de Roma fue tomada por su pareja, para que tome el lugar que hace poco pertencia a su miembro.

El ojiavellana sintió su corazón latir desenfrenado al observar como el rubio chupaba con fuerza sus dedos, dejándolos todo mojados.

- eres un maestro ,esa boca tuya merece todos los premios - hablo el castaño.

- señor ciudadano romano, debe ejercer su derecho que es a la vez una obligación - Germania había sacado los dígitos ajenos de su boca y apoyandose sobre sus rodillas se movió sensualmente para su amado.

- esto es un obligación? No Germania Magna esto es la gloria misma -

Roma se sentó bien y se abrazo a Germania, mirando por encima del hombro del ojiverdeazul se esforzó en retirarle la estorboza ropa.

El germano no ayudó en la tarea, así era él cooperaba en lo que quería cuando quería. Aún así el más alto dejo al descubierto la cadera rubia y a tientas halló el lugarcito especial, la hendidura que aguardaba por su toque experto. Hábilmente Roma preparo a Germania. Al fin y al cabo fue uno de los precursores del arte carnal entre los del mismo género.

La estrechez tembló ante su intromisión, las manos contrarias apretaron su espalda. Roma, sin dejar de embestir con una mano, busco con la otra el miembro ajeno, al hallarlo empezó a moverlo para otorgar el placer doble.

- ti voglio Rome ahhh !- el más bajo besaba el cuello ajeno dejando chupetones a su paso.

- Germania.. bite - el romano retiro sus manos del cuerpo germano, solo para agarrarlo de los costados para ayudarlo a posisionarse adecuadamente sobre su longitud.

- mírame liebe.. mírame cuando entro en ti - demando Roma.

El de pelo largo agarro con firmeza los hombros contrarios para equilibrarse bien, en cuanto lo logró y sin dejar de mirar a Roma le jaló el cabello marrón y ondulado.

- mírame bien tú a mí, Roma mira al único a quien debes amar -

- ahh sí... - jadeo el castaño.

Fue el germano quien acomodó la hombría romana en su entrada. También bajo por su cuenta, logrando recibir adecuadamente a su pareja.

Se tomaron de las manos, juntando sus frentes sudorosas, mirándose fijamente y gimiendo a la vez logrando mezclar sus alientos empezaron el movimiento oscilante, la cama vibro por su causa, golpeaba la pared, las paredes del germano se cerraban y abrían según la intromisión contraria.

Los besos no faltaron ,ambos se arañaron la espalda. Germania mordía y succionaba la oreja de su amante. Los vellos de sus cuerpos estaban estimulados, el manojo de nervios del rubio fue rozado, una y otra vez, empezó a jadear más fuerte, se nombraron mutuamente. El calor apremiaba y el tiempo parecía correr a su ritmo. El desenlace, como dos cuerpos cayendo al vacío al unísono en un remolino que guarda la suavidad de un brisa, un salto al cielo en donde todo lo demás empequeñecia y acrecentaba su amor en cada latido que volvía a su normalidad.

- espero que mis nietos no hayan escuchado eso - dijo Roma.

Parentesco ~ Roces Internacionales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora