Rebecca.
La vida no puede estar mejor para mí, después de tanto tiempo siendo una simple empleada de los Roe, ahora tengo más poder que todos ellos juntos y que la mafia de Logan.
Veo el rostro herido de Alexander a través de la cámara, Logan se excedió en las torturas y golpes contra él, incluso me resulta un poco desagradable verlo.
Sus ojos verdes sin vida es lo que más amo, si no van a mirarme a mí, no mirarán a nadie más, menos a la ramera con la que se atrevió a casarse, esa puta de la mafia que no tiene la clase que tengo yo, ni las agallas que me representan, haré que se arrepienta de ese error.
—¿Quiere una mejor toma del prisionero General Hilton? — pregunta uno de mis tantos criados, tengo más poder que la misma Sarah.
—No, ya lo he visto por tres horas seguidas, lo que quiero es que a la media noche apagues todas las cámaras, quiero privacidad con él como cada noche— siento un calor agradable pasar por mi ingle.
—Es un hombre extremadamente peligroso, usted lo vio matar al guardia que le llevaba el alcohol, mató a uno de esos hombres vestido de verde que usted deja entrar y por poco la mata a usted también, tuvimos que esposarlo porque ese hijo de puta ni ciego y moribundo deja de ser el mismo diablo.
Recuerdo las imágenes sangrientas de mi hombre matando al guardia y de la forma en la que casi mata a Logan la noche que quedó ciego. Es una bestia, logró clavarle su daga en las costillas a su padre de una tajada, lo tengo esposado de manos y pies ahora para evitar más incidentes.
—Alexander Roe no será peligroso conmigo, siempre ha tenido una debilidad por mí que oculta bajo su enojo, yo le mejoraré el humor.
—No es seguro General Hilton, este hombre tiene la mafia más grande de toda Europa, le bastó una noche para poner Londres en estado de emergencia ¿Por qué no lo han buscado? ¿O será que están esperando para quemarnos vivos a todos? — el miedo en su voz es patético, pero por alguna razón trago grueso.
Me he preguntado eso un par de veces. —Los debilitamos la noche del ataque del Pentágono.
—¿Lo hicimos General Hilton? — me mira serio —Sueno como un paranoico, pero ese ciego, a veces actúa de una forma tan calmada que cala mis malditos huesos, a veces siento que nos escucha incluso a países de distancia.
Miro de nuevo la imagen, siento un escalofrío cuando el lobo suelta una risa ronca muy alta cuando el agente termina de hablar. Se carcajea perverso, no hay nadie en su celda más que el mismo, incluso hecha la cabeza hacia atrás con sus hombros sacudiéndose.
—Está enfermo— el agente hace grande la pantalla —Se ríe sólo, tengo miedo General Hilton y no soy el único, una mafia tan grande no puedo caer en una noche en su propio territorio.
—Pues créelo, por eso me convertí en la favorita del Pentágono y en el MI6. ¿O dudas de mi capacidad inepto?
—Jamás— agacha la cabeza —Sé que no le gusta hablar de sus planes con gente insignificante como yo, pero ¿Es cierto lo que dicen los rumores? ¿Usted se casará con ese mafioso?
—¿Qué es lo que sabes? — pregunto intrigada.
—Oí que el Pentágono lo borró de los registros principales, no hay rastro de él en el mundo, nadie sabe su ubicación exacta a excepción de usted y ministro Aslan y él mismo le ayudará a anular su matrimonio en pocos días para entregárselo por completo a usted.
Sonrío de lado ansiosa por gritarlo a los cuatro vientos, pero debo ser paciente, eso me lo enseñó mi tío. —No voy a negar que tengo muchos planes con el Pentágono y el ministro Aslan y si te vuelves mi confidente, haré que te recompensen como te mereces.
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Pecado [+21]
RomanceEl pecado más grande de Emma y Alexander no fue el deseo sino el amor. Ahora ambos deberán enfrentar el infierno que los obligó a separarse y jugar mejor su cartas y sus alianzas si quieren reencontrarse. El pecado volverá locos a todos los poderoso...