El auditorio estaba lleno a rebosar. A pesar de que era martes por la tarde, el ambiente estaba cargado de una energía palpable, como si cada palabra que saliera de la boca de Antonio Ledezma encendiera una chispa en los asistentes. Líder del partido Alianza Bravo Pueblo y una de las figuras más respetadas de la política venezolana, Ledezma se dirigía a un público expectante, sabiendo bien cómo captar la atención con la fuerza de su experiencia.Desde su asiento en la parte de atrás, Danna observaba con atención mientras Clara se acomodaba emocionada a su lado. Ambas estaban completamente absortas en el discurso, uno que muchos llevaban tiempo esperando escuchar. Las palabras del líder resonaban con pasión y pesar por el país que tanto amaban.
—"Lo que hemos vivido no es solo una lucha política, ha sido una guerra personal," decía Ledezma con una fuerza en la voz que se sentía en cada rincón del auditorio. "Nos han encarcelado, nos han robado la libertad, pero jamás lograron quebrarnos. Venezuela ha sido testigo de la valentía de su gente, de quienes no se rindieron, ni siquiera cuando todo parecía perdido."
Danna asintió ligeramente, inmersa en sus pensamientos. A su lado, Clara estaba visiblemente conmovida.
—Chama, ¡este tipo es una leyenda! —le murmuró, contagiada por la intensidad del momento.
El teléfono de Danna vibró, interrumpiendo su concentración.
—¿Qué pasa? — Clara lanzó una mirada curiosa, percibiendo que algo interesante estaba ocurriendo.
La joven vaciló al ver el nombre de contacto en la pantalla, sintiendo cómo su estómago daba un pequeño vuelco. La sorpresa y la emoción la envolvieron, y trató de mantener una expresión tranquila.
—Nada, un mensaje sin importancia — respondió, intentando sonar indiferente pero con una ligera tensión en la voz.
Clara, como siempre, no iba a dejar escapar la oportunidad.
—¿De quién? —preguntó con un tono travieso—. ¡Déjame ver!
Danna frunció el ceño ligeramente mientras leía el mensaje de María Corina.
Mari💙: Hola Danna, ¿Cómo estás? He estado pensando en lo que pasó en la discoteca. Lamento si te hice sentir incómoda o presionada. No era mi intención, y me gustaría disculparme si te hice sentir mal en algún momento.
Sintió un escalofrío de sorpresa y nervios al leer esas palabras.
—Es María... — murmuró, sin darse cuenta de que estaba hablando en voz alta, sus dedos temblando ligeramente al leer.
—¿María Corina? ¿En serio? —exclamó Clara, sin poder ocultar su sorpresa—. ¡Cuéntame, chica!La joven intentó mantenerse serena.
—Solo se está disculpando por lo de la discoteca. No es nada grave. — Le respondió a su amiga con indiferencia fingida, mientras escribía en su teléfono.
Danna: Hola María, No te preocupes. Lo de la discoteca fue... inesperado, pero no me sentí incómoda. Fue una sorpresa, sí, pero a veces las cosas pasan sin que uno las planee.
Clara no dejaba de mirarla con una mezcla de interés y travesura.
—Uhm... ¿y qué más? Esa respuesta está demasiado seria — dijo con una risita.
Danna trataba de volver a concentrarse en el discurso de Ledezma, pero el teléfono volvió a vibrar casi de inmediato, rompiendo su intento de concentración.
María Corina respondió de inmediato.
Mari💙: Me alegra saber que no te sentiste mal. De verdad he estado pensando algo... en eso, y creo que sería bueno que nos viéramos para conversar con más calma. ¿Te parece después de la conferencia de mañana?
—¡Te quiere ver! —dijo Clara, medio en broma, medio en serio.
La pelinegra respondió con calma, mientras sentía una mezcla de nervios y emoción que trataba de ocultar.
Danna: Me parece bien, Mari. Nos podemos ver después de la conferencia.
Clara sonrió con picardía, y aunque intentó disimular su alegría, no había forma de ocultar lo mucho que disfrutaba la situación.
En ese momento, el teléfono volvió a vibrar, con un nuevo mensaje de la política.
Mari💙: Perfecto. Hasta mañana, Dannita.👋🏻
Ese mensaje, aunque simple, pero tierno, hizo que Danna sonriera aliviada, finalmente guardando su teléfono.
Mientras tanto Ledezma, con su voz firme y apasionada, continuaba hablando, llenando el auditorio con un mensaje de resistencia y esperanza.
—"No olvidemos tampoco a quienes permanecieron tras las rejas por defender a nuestra Venezuela, como Freddy Superlano, Roland Carreño, Biagio Pilieri, Williams Dávila, Perkins Rocha, Henry Alviarez, Dignora Hernández, Américo de Grazia, y tantos otros que superan los 2.500 presos políticos. Ellos son el ejemplo de que esta lucha no es solo una cuestión política, es un grito por justicia."
El silencio reverencial en el auditorio se intensificaba, mientras todos parecían meditar sobre lo que esas palabras realmente significaban.
—"Y claro, no podemos olvidar a quienes, como Juan Pablo Guanipa, fueron brutalmente reprimidos y perseguidos, o los que fueron forzados al exilio, como nuestro querido presidente electo y hermano de lucha, Edmundo González Urrutia. Y aquellos que, aunque refugiados en embajadas, estuvieron siendo asediados por un régimen que temía a la verdad. Aquí menciono a figuras como Pedro Urruchurtu, Magalli Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos, Fernando Martínez Mottola, y Omar González, quienes, a pesar de todo, siguen firmes, con la mirada en un futuro libre para Venezuela."
Cada palabra pesaba como una carga emocional, mientras el público escuchaba en silencio. La atención de Danna se intensificó cuando el político hizo una pausa dramática, observando al público, y prosiguió con un tono de respeto genuino.
—"Y hoy quiero hacer una mención especial. Hay personas que son sinónimo de valentía, que con su sola presencia nos inspiran a no rendirnos jamás. María Corina Machado es una de esas personas. Su lucha incansable por la libertad, su determinación frente a la adversidad y su voz, que sigue resonando en cada rincón de este país, nos recuerdan que el cambio es posible. Que aún cuando el camino sea duro, tenemos quienes guíen con fuerza y dignidad."
El nombre de la candidata provocó un sutil murmullo en la audiencia. La joven no pudo evitar un ligero sobresalto. No era solo la mención de su admirada líder, sino la mezcla de emociones que esa mención despertaba en ella. Había algo profundo y personal en la manera en que esas palabras resonaban dentro de su pecho, y aunque intentaba racionalizarlo, no lograba dejar de sentir ese cosquilleo interno.
Clara, quien la veía de reojo, le dio un suave codazo.
—Ajá, chama, te lo dije... te está mandando señales por todos lados.— susurró con una sonrisa traviesa.
La pelinegra rió por lo bajo, intentando disimular, pero no podía negar que Clara tenía razón. Las palabras de Ledezma aún llenaban el espacio con una intensidad que hacía eco en el corazón de Danna, mientras ella se preparaba mentalmente para el encuentro que, sin duda, cambiaría el rumbo de sus días.
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¡Holi, yo otra vez!
Les ando actualizando seguido ahorita que puedo, porque presiento que luego no podré hacerlo tanto.
Ya saben que aquí son bienvenidos sus comentarios, opiniones, sugerencias y suposiciones de lo que vendrá más adelante.
Se les quiere mucho. 🖤
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Dama libertad [MCM]
FanfictionEn el vibrante Caracas, Danna Vega está a punto de culminar su carrera en Ciencias Políticas con una oportunidad única: conocer a María Corina Machado, la figura política que ha admirado durante años. Por otro lado, con la campaña en marcha y el de...