Si te quedas un rato mirando al pasillo, si pones la suficiente atención podrás, tal vez, oír la voces de quienes se quedaron atrás. Tal vez, nunca los puedas mirar, pero sin dudas están ahí, algunos ignorantes de su ausencia y en un mundo de recuerdos propios, almas en pena, pero sin propósito para quedarse en el plano terrenal, en espera del descanso que tarda en llegar, sin saber que no deberían estar ahí.
Fantasmas les llaman, pero algunos no lo saben y otras posiblemente estuvieron ahí y ya no lo recuerdan. Siendo y a la vez no, un fantasma que logró regresar.
Debería ser sorprendente la cantidad de personas que se quedan estancadas, prisioneros en espacios que antes era los más frecuentados, algunos sin saber que lo son, que están atrapados sin poder irse, ¿qué causa eso? ¿Qué hace que una persona pueda o no convertirse en una alma en pena? ¿Por qué hay personas que no lo saben y otras que sí?
¿Existe un más allá?
Tsukishima no es una persona ordinaria, dejo de serlo hace tiempo, cuando decido recordar que un día fue un fantasma y cuando decidió que quería recuerdar a uno por toda la vida.
No creía en lo paranormal, ahora ve a un fantasma cada vez que puede.Se reúnen en el lugar donde uno es prisionero, donde otros más vagan sin entender el motivo de su estancamiento. Es escalofriante cuando logras mirar las almas que siguen ahí sin poder irse. Aunque Tsukishima nunca las ha visto, pero si sentido, Kageyama también suele mencionarle cuando alguien se acerca y cuando ése alguien no estaba vivo. Los escalofríos siempre fueron una señal de miedo, aunque, había una excepción y era cuando se trataba del fantasma de ojos azules. Un ausencia que tenía presencia. A veces siente algo de pena por esas almas errantes, luego deja de hacerlo, son personas o lo fueron en algún momento y merecen al menos algo de respeto.
Por largos segundos mirando al frente, tratando en vano de mirar lo que está prohibido, las almas que se quedan atascadas, Kageyama sigue hablando, parece no importarle ser ignorado, mientras él trata de mirar a los que están ahí, por mera curiosidad.
Tenía ese día libre y quiso ir a visitarlo, charla un poco y saber del otro, no lo admitiría nunca, pero todos los días espera que las clases se suspendan por una semana entera y poder visitar a cierto fantasma, pero eso no sucede y solo puede ir cuando no tiene pendientes.
Su mirada regresa al fantasma de al lado, es fácil acostumbrarse, de un momento al otro hablaba de todo con Kageyama, sobre su vida en los últimos meses y Kageyama oía sin interrumpir, luego él también le habla de cosas de la escuela, sobre su familia o algunos pensamientos que tenga, es tan fácil que a veces se olvida que puede haber más ahí.
Kageyama mira fijamente al frente, pareciera que observa a alguien, tal vez lo haga, él no puede saberlo. Solo puede ver a Kageyama, ¿por qué? No lo sabe, tampoco es como si deseará ver a más fantasmas. Su mirada también se dirige al frente, donde el pasillo se conecta a otro, supongo que hay alguien detenido en ese espacio, algo debe estar sucede para robarse por completo la atención de Kageyama.
—¿Qué ves?
Kageyama ni siquiera aleja sus ojos del pasillo, mirando con fascinación y asombró lo que hay adelante.
—Lo sabe —Kei se queda procesando, tratando de entender lo que sucede, mientras Kageyama sigue encantado por lo desconocido, sus siguientes palabras parecen querer dar un respuesta, pero suena llenó de duda— ¿Ella se va?
—¿A dónde?
—No lo sé.
—¿Cómo sabes que se va?
—Su apariencia cambio, ella, se desvanece.
—¿Quién es?
—Cuando aparecí aquí ella ya estaba.
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El fantasma enamorado || Tsukikage
FanfictionKei ha estado viendo un fantasma. Desde un par de meses algo llamo su atención, era una sombra que vagaba por la escuela y causaba escalofríos en su cuerpo cada vez qué por casualidad pasaba a su lado, al inicio hizo lo que cualquier persona normal...