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—Muy bien, repasemos los pasos una vez más. —

Cuando Oday dijo que se encargaría de supervisarlo, en ningún momento pensó que le estaría indicando, paso a paso, como si fuera un niño pequeño.

—Primero, nos infiltramos en la comunidad y buscamos a ese grupo. —Enumeraba cada paso con sus dedos para hacer la platica mas didactica—; segundo, destruimos sus armas, diciendo que fue un accidente y por último. —

—Nos damos a la fuga lo más rápido posible. —En solo una hora ya habia escuchado más de diez veces el mismo plan. —No tienes que repetirlo todo el tiempo. —

—Solo me intentó asegurar. —Esta respuesta pudo haberla tomado con seriedad, sino fuera por unas cuantas risitas por parte del más maduro.

—Cierra el pico. —Expreso junto con una lengua afuera y siguieron su camino con normalidad.

Ambos habían aparecido en el mismo lugar que la primera vez que pisó estas tierras y por obvias razones, tomarían otra ruta para evitar lo más posible, al que poseía por naturaleza, su más grande debilidad. 

Ubicarse era sencillo con las capacidades natas del de gafas, no habia tenido la oportunidad de pasear estos prados y bosques que ahora recorría, pero si sabia mínimamente cómo ubicarse con coordenadas; su destino, la isla central.

—Oye, ¿Estás seguro que quieres hacer esto?— Oday se ubicaba a su lado, caminando codo a codo.

—¿Por qué lo dices?— Ante dicha pregunta, disminuyó la velocidad de sus pidas y se enfocó en prestarle atención.

—Se que no pasaron mucho tiempo juntos, pero...—

—Oday, amigo, no dudare en hacer lo necesario para cumplir la misión. Te lo juro. —

Oday no parecía convencido de su respuesta, asi que volvió a preguntar.

—¿Seguro? Si las cosas se complican tendremos que usar la fuerza. —

—No quiero faltarte el respeto, pero, ¿No fui yo acaso, el que los enfrentó cara a cara por lo que yo creía era correcto?—

—¿Y crees que hacemos lo correcto?— Ambos frenaron su caminar y se miraron directamente.

—Absolutamente. —Oday no vio ni una pizca de titubeo en su amigo. "Quizás si es sincero esta vez", pensó el mayor de ambos y siguieron su camino.

Aun les espera un largo camino por delante.



...



Para estar entre una gran multitud sin llamar la atención, debes camuflarte con el ambiente. Nada de cosas llamativas y menos fuera de los parámetros del lugar.

En su única visita, Oday, habia pasado desapercibido con su apariencia normal; un gorro leñador azulado con rayas,camisa negra y casaca amarilla, Jeans cortos desajustadas y un par de zapatillas marrones.

En cambio con Juan, la cosa fue más complicada. 

La gente sabía perfectamente de su apariencia física, pocos recordarían cómo suena su voz y una pequeña multitud reconocería su forma de actuar.

 —Esto no combina con mi cabello... ni con mis ojos. — El de gafas observaba su apariencia con la ayuda del reflejo de un pequeño charco en el suelo, se veía terrible.

-¿Necesario?- [Elitecraft x UnDiosDelTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora