Capítulo n°5: Emprendiendo un viaje familiar.

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No era la primera vez que Maka veía una limosina, pero sí la primera en que una la recogía. Un hombre de mediana edad, con un traje elegante pero simple, ataviado con un monóculo, abrió la puerta con elegancia.

—Buenas tardes, señores Evans. Su transporte está listo —anunció con voz formal.

—Wes, te dije que podíamos ir en mi moto —protestó Soul.

—Con dos maletas es imposible, Soul. Además, ya preparé todo —respondió Wes con un tono paciente.

—Odio esto —murmuró Soul, claramente disgustado.

El chofer se dirigió a Maka con curiosidad. —Señorita, ¿cómo debo dirigirme a usted? . —

—¿Eh? ¿A mí? —respondió Maka, sorprendida por la pregunta.

—Su nombre es Maka Albarn, señor John. Es la novia de Soul —intervino Wes con cortesía.

—Bienvenida, señorita Albarn. Es un honor conocerla —saludó John con una reverencia.

—No, el gusto es mío. Muchas gracias por llevarnos —respondió Maka, esbozando una sonrisa tímida, mientras lanzaba una mirada furtiva a Soul.

—Bien, terminemos con esto —dijo Soul, resignado.

Dentro del auto, Wes explicaba algunos detalles del viaje. Se dirigían a Inglaterra, donde se encontraba el hogar ancestral de los Evans. Generalmente, su abuela vivía y viajaba entre Italia y las islas griegas disfrutando del sol, pero al enfermar, el hogar familiar resultaba un lugar más cómodo para cuidar de su salud y reunir a la familia.

Conforme escuchaba el relato, Maka iba uniendo algunas piezas de la vida de Soul. Nació en una cuna de oro, lo que explicaba por qué no sabía ni usar un cuchillo la primera vez que cocinaron juntos. Además, su familia parecía dedicarse a la música generación tras generación, siendo Soul una excepción a la regla. Todo esto la ponía cada vez más nerviosa mientras se acercaban al aeropuerto.

—Deja de decirle cosas innecesarias —interrumpió Soul.

—Me sorprende que, conociéndose hace varios años, no les hayas dicho absolutamente nada de la familia —replicó Wes.

—¿Para qué? Yo no pretendía volver —respondió Soul con amargura.

—Me duele que hables así, hermano. Sé que nuestro hogar no es un lugar precisamente cálido, pero esperaba que por lo menos me buscaras —dijo Wes con tristeza.

—No es eso, Wes, y lo sabes. —

—No lo sé. Te lo guardas todo. —

Intentando apaciguar el ambiente, Maka intervino:

—Creo que estamos llegando. ¿Por qué no bajamos nuestras cosas? Ayudemos a John. —

—No es necesario, señorita. John tiene apoyo adicional de los asistentes asignado a nuestro acompañamiento. Ellos se encargarán de todo —respondió Wes con amabilidad.

Maka asintió, sorprendida por el nivel de atención que recibían. Mientras la limosina se detenía suavemente frente a la terminal del aeropuerto, notó cómo Soul se tensaba visiblemente.

Dudó por un momento, debatiéndose entre preguntar por su bienestar o intentar aliviar su evidente malestar con alguna broma. Sin embargo, ante de tomar alguna acción, John abrió la puerta, y un grupo de asistentes uniformados se acercó rápidamente para ocuparse del equipaje. Wes salió primero, saludando con naturalidad al personal. Soul y Maka le siguieron, parpadeando ante la luz del sol poniente.

—Por aquí, por favor —indicó uno de los asistentes, guiándolos hacia una entrada lateral de la terminal.

Mientras caminaban, Maka observó la facilidad con la que Wes se movía en este ambiente de lujo y eficiencia. Soul, por su parte, parecía cada vez más incómodo, sus hombros tensos y su mirada fija en el suelo.

Novios por ahora (Soul x Maka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora