Novios por ahora (Soul x Maka)

Capítulo n°12: Un Baile con anécdotas...Parte N°1

En el gran salón de baile, una pequeña orquesta familiar ocupaba el escenario: el tío Robert dominaba el saxofón, Ryan se sentaba al piano, George sostenía el violín con elegancia, y el tío abuelo thomas manejaba el violonchelo con maestría veterana. En el centro del reluciente parqué, el maestro de baile comenzó a impartir instrucciones básicas mientras las parejas se acomodaban a su alrededor.

Wes condujo a Amara al centro de la pista con un gesto tan romántico como elegante, provocando suspiros y miradas de admiración entre los presentes. Al compás de la música, la pareja comenzó a moverse con una gracia natural que parecía sacada de un cuento de hadas; sus cuerpos se deslizaban en perfecta armonía, como si hubieran nacido para bailar juntos.

Desde un costado del salón, Maka los observaba, su corazón dividido entre la genuina admiración y una inevitable punzada de envidia. Rodeada de parejas que giraban en la pista, su soledad se sentía más profunda que nunca, recordándole dolorosamente que su propio "romance" era solo una actuación.

La tía Lola, notando la expresión de Maka, se acercó con una sonrisa alentadora. —Ven, querida, te enseñaré los pasos básicos—

Maka aceptó la ayuda con una sonrisa agradecida, pero pronto se encontró luchando por mantener el ritmo. La considerable diferencia de altura con la tía Lola convertía cada paso en un pequeño desafío: mientras ella intentaba estirarse, su pareja tenía que encogerse para mantener la postura correcta. A pesar de la incómoda situación, Maka apretó los labios con determinación. Su orgullo herido ante el comentario grosero de Soul no le permitía rendirse.

Cuando Soul finalmente llegó al salón, una hermosa joven pelirroja se le acercó con gracia, y con una sonrisa encantadora, tomó el antebrazo del arma con una firmeza que contrastaba con su aparente delicadeza.

—Soul, qué placer verte —ronroneó, su voz melosa— ¿Me recuerda? Soy Isabella, la hija del embajador. ¿Me concederías este baile? —

Soul frunció el ceño, estaba a punto de rechazar la oferta, cuando su prima Valerie apareció a su lado.

—Vamos, Soul —susurró Valerie, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.—Sabes que rechazar un baile es de pésima educación. Además, ¿realmente quieres ofender a la hija del embajador? —

Soul miró a Valerie con irritación apenas contenida. Sabía que su prima tenía razón; un desaire a la hija del embajador podría desencadenar problemas diplomáticos que su abuela, en su delicado estado de salud, no los necesitaba. Sin embargo, la idea de participar en estos rituales sociales que tanto detestaba le revolvía el estómago.

Tras un momento de vacilación, Soul cedió con apatía y frustración —Está bien. Un baile. — advirtió.

Isabella sonrió triunfante, aparentemente ciega al evidente desinterés de Soul. Mientras se dirigían a la pista de baile, Soul escaneó la habitación, buscando desesperadamente a Maka con la mirada. Necesitaba saber dónde estaba ella, como si su presencia pudiera darle la fuerza para soportar este tedio social.

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Cuando Soul finalmente hizo su entrada en el salón, el corazón de Maka dio un vuelco de alivio. Sin embargo, esa sensación se desvaneció tan rápido como había llegado, transformándose en una mezcla de desconcierto y dolor agudo. Para su sorpresa y pesar, vio a su compañero dirigirse a la pista de baile del brazo de una desconocida.

La chica era increíblemente hermosa : una pelirroja de belleza etérea, con un cuerpo curvilíneo y esbelto que contrastaba marcadamente con la figura de Maka. Era precisamente el tipo de silueta sobre la que Soul solía hacer comentarios insensibles, lo que hizo que la situación fuera aún más dolorosa para Maka.