El silenciador de flores

¡Mini extra!

Título: “Normal”.

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Por unos leves minutos observé los ojos vacíos de aquél que se había vuelto el ladrón perfecto de mis besos. No entiendo mis emociones, todo es tan confuso y extraño. Debería correr y pedir ayuda, pero simplemente no me muevo... Me quedó extasiada observándolo.

—¿Quieres ser mi otra mitad Rosita?. —Susurró él demostrando sus intenciones, su cabello se veía tan perfecto y ni hablar del pequeño desastre que adornaban sus labios maliciosos... Un poco de mi labial rosa esta corrido en la comisura de ellos.

No deseaba responder, temía porque realmente él me da miedo... Pero... A la vez me fascina.

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Entre besos y risas pasamos la tarde, él me contaba cosas... Cosas extrañas; me explicó como asustar, como destruir emocionalmente y obviamente que me contó cuántas víctimas tenía en su ranking de muertes.

Una chica normal hubiera huido de esa cita improvisada en el jardín pero ya sabemos que no soy normal... Como una espectadora de un show de terror me quedé sonriendo a cada especificación de cortaduras de carne y gotas de sangre esparcidas en el suelo.

Me gustaba, me gustaba escucharlo hablar.

—Recuerdo la vez que la maté. —Dijo Adonis con una sonrisa.

—¿A quién mataste?. —Le pregunté pero no hubo respuesta.

—¡Lara!. —Gritó mi madre, al parecer ya había llegado.

—¿Vienes conmigo?. —Pregunté pero como si de humo él fuese, se evaporó en el aire dejándome sola en el césped.

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Al entrar en casa encontré a mi mamá con varias bolsas, algunas contenían comida y otras ropas.

—¿Fuiste a organizar el entierro o a comprar ropa?. —Le pregunté con una sonrisa adornando mis labios.

Ella me miró con fastidio, mi pregunta no causó mucho gracia al parecer.

—Tus abuelos llamaron desde México, ellos se encargarán del entierro. —Explicó mi madre mientras sacaba algo de una de las bolsas.

Ella me extendió su mano, era un folleto y al leerlo sonreí... Habrá un festival dentro de dos días, el festival del pueblo basado en la leyenda.

—¿Iremos?. —Inquirí con emoción.

—¡Obvio que sí!, necesitamos despejar nuestras mentes y además nadie me ha contado la leyenda. —Dijo mi madre quien se fue escaleras arriba con sus bolsas de ropa.

Sobre la isla se encontraban mis bolsas, seguramente me compró vestidos ya que en el folleto piden que la vestimenta sea estilo victoriana.

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Mientras observaba mi nueva marca hablaba con Gina a través de mi celular; sí, ya hemos echo las pases y según ella Isabel anda con dudas si debe acercarse a mí o no... Espero y se acerquen, no deseo perderlas.

—¡Estoy tan ansiosa!, por fin viviré un festival del pueblo en honor a la leyenda. ¡¿Te dije qué los festivales solo se hacen cada cincuenta años?!, siempre el día que cae es el aniversario de muerte de Adonis Platt. Mi bisabuelo lo conoció cuando tenía veinte años, según él Adonis era un chico muy misterioso...

—¡Gina!. —Gritó una voz algo lejana provocando que Gina cortara la llamada y me dejara con dudas de saber más sobre mi nuevo novio fantasma.

—Lo que quieras saber sobre mí, me lo puedes preguntar Rosita. —Dijo él, estaba acostado a mi lado y una sonrisa ladina adornaba sus perfectos labios.

—¿Lees mis pensamientos?. —Le pregunté mientras acariciaba su rostro.

—Puedo hacer muchas cosas Rosita, la principal es saber todo de tí...

Fin del capítulo.