Kalea
“¡Kalea, Kalea!”
“¿¡Qué se siente ser tú!?”
¿Ser yo? Nunca lo había pensado, sé que soy maravillosa.
¿Maravillosa? Estás loquita, yo les diré lo que se siente ser tú… ¡es como estar en un manicomio, corran por sus vidas!
Los periodistas, desde que se anunciaron los resultados del concurso no me han dejado en paz, es decir, hay más personas, pero a mí me acosan horriblemente, incluso en noches anteriores intentaron adentrar un dron por el balcón del apartamento y a pesar de todo el estrés que me dan, debo sonreír y aguantar como una linda muñeca de porcelana… así es como hace mi madre para no ser grosera.
“¿¡Tienes algún interés amoroso!?”
“¿¡Qué sucedió con el príncipe que pidió tu mano a inicios de año!?”
—No me gusta hablar sobre mi vida privada y ahora, tendré que marcharme, como saben, estaré ocupada en la preparación para la semana de la moda—me adentré a mi coche y bajé la ventana por los cientos de flashes que se reflejan en mi vidrio—. ¿Se harían a un lado? Ya llego tarde—agregué con ternura.
Como no se quitan, les lancé el auto encima y ahora sí que han abierto el camino para mí. —Que molestos que son—puse los ojos en blanco—, por eso mi hermano los odia sin distinción.
Luego de un tiempo conduciendo, por fin he llegado a Sandí. Descendí del coche y caminé con serenidad hacia la entrada, más me frené al oír un automóvil frenar con exageración. —Que molesto, arruinar la tranquilidad auditiva de…
Mis ojos, mi corazón y todo mi ser se llenaron de alegría al ver a un rubio salir del ruidoso deportivo. Mi vecino cerró el botón de su saco, Massimo se colocó a su lado y ni siquiera le dirigió la palabra… ¿estará enojado? Pero, si acaba de volver de China.
—¡Carty! —llamé con esmero para captar su atención.
Sus ojos se encontraron con los míos, su semblante se mantiene serio, sin vida… es como si fuese ese Carter frío que no demuestra debilidad alguna. —¡Carty! —sacudo mis manos más fuerte.
Sus ojizarcos se apartaron de mí y simplemente fingió como si yo no existiera, se encaminó hacia el interior del bufete y el entusiasmo que tenía en mi sistema se drenó por completo.
Exhalé agotada. —¿Volví a ser insignificante para ti?
Carter
Mi intención no es ser un desgraciado contigo, es solo que, no quiero que sufras por cosas que te gustan, porque tus sentimientos por mí pueden ser fácilmente reemplazados, así que, prefiero que solo eso de ti cambie.
—¿Sabes que Kalea te estaba saludando? —indaga Massimo.
—Lo sé, la vi, no soy ciego—solté sofocado.
—Veo que, volviste un poco a la defensiva, supongo que se acabó el Carter amigo de los empleados.
No respondí y solo me dirigí a mi oficina para alejarme de las personas. Me crucé de brazos al ver mi silla ocupada. —Veo que las noticias llegan pronto a ti, ¿qué quieres saber?, ¿deseas conocer si tu esposa sabe sobre tu prostituta?
—Cuidado con tu boca.
—¿Por qué?, ¿no es eso? Es una prepago.
Se puso de pie y en mis manos abandonó un sobre largo y lleno de documentos que rebosan fuera del empaque. —Son acuerdos ilegales que tu madre ha llevado a cabo, pero, no serán suficientes para inculparla, como sabes, Bridget es demasiado astuta, así que, debe tener salvaguardas para cada uno de ellos.
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Desde ahora conquistaré su corazón
Romantik¿Hay algo peor que el amor? Esa es la pregunta que se realiza todos los días Carter Myers, un reconocido abogado de la Gran Manzana que acaba de dejar atrás su amor platónico de la universidad, pero, ¿por qué cree que ese sentimiento es lo peor? Res...