2:Argent [El origen de la muñeca]

Capítulo 42

"El miedo tomado de la mano de su creador" -lmdlm.

Estos días, han llegado obsequios a una falsa dirección que dí en Italia. Flores. Vestidos. Joyas. Autos. Y sin fines de cosas que Dominik se ha encargado de hacer llegar. Le comenté a Lorenzo sobre lo que ocurre, y él al igual que a mí.

Nos creamos una duda sobre esto, sobre seguir con el plan....

Bruno también se ha notado extraño, distante, confundido. Cauteloso. Incluso algo más frívolo de lo normal. Estoy con Lorenzo en la propiedad, viendo lo que llegó esta mañana.

-Lleven todo a la agencia para que sea analizado -ordena mi hermano de ojos verdes-. No quiero errores.

Observo el ramo de rosas blancas. Es inmenso. Todas tan hermosas, delicadas, arrancadas para ser mías. He notado cierta fascinación de Dominik con el color blanco. La vez que me pidió ir de blanco. Las flores. Su vestimenta en la gala.

-¿Las llevarás? -cuestiona mi compañero.

-No. Conoces mi idea sobre lo que ocurre -sigo admirando el ramo hasta ver un tallo con una mancha.

-Bruno tampoco da indicios de cambiar de opinión -pasa su mano por su rostro-. ¿Todo en orden?.

Avanzo hasta el listón color dorado. Tiro de él para soltar el papel que envuelve las flores y caen disueltas por la mesa. Y al ver todos los tallos. Mi pulso se detiene.

Las espinas y tallos están llenos de sangre

-¿Qué demonios? -murmura Lorenzo sin poder creerlo.

Tomo una rosa entre mis manos, la sangre está algo fresca. La veo detalladamente, en busca de algo que no haya descubierto, pero no hay nada. Sólo sangre y flores.

-Al parecer alguien se toma enserio una sorpresa -digo para dejar la pequeña rosa con las demás-. Debemos ir a la mansión.

Las rosas serían enviadas junto al resto de las cosas a la agencia. Analizaremos la sangre y descartaremos que sea de alguna persona. Aunque, si fuese de algún animal, es mucho peor.

Y enfermo

El rumbo a la mansión Toriccelli fué en silencio. Mi cabeza llena de carcomas y temor. Quiero descubrir quién es en verdad Dominik Meier. No soy experta en el estudio de las personas. Pero si en las mentiras. Y Dominik, al igual que yo. Hemos estado mintiendo desde el inicio.

Lorenzo apaga el McLaren en frente de su casa. Ambos, comenzamos a caminar hacia la oficina del mayor Toriccelli. La casa tiene un aura pesada. Y eso que la luz del sol ilumina hasta el más pequeño rincón. Hace frío, uno que es algo confuso.

Puedo sentir un peso en mi espalda. Uno que me hace caminar lento. Veo la puerta de madera oscura y mi respiración es muy escasa. Nos detenemos y Lorenzo toca. Y al otro lado. Escuchamos la voz neutra de Bruno.

-Papá... -saluda Lorenzo al entrar.

-Hijo, principessa -nos mira con una expresión seria.

-Hay algo que debemos comentarte -tomo la iniciativa-. Es sobre Dominik.

-Yo también tengo que decirles algo sobre él -suspira con pesadez.

Mi amigo me mira y yo a él. Pensamos que Bruno, a lo mejor se dió cuenta de las mentiras de Dominik. O que trama algo más de lo que demuestra. Nos sentamos en las sillas y Bruno decide hablar primero.

-Dominik quiere una cita contigo, Shein -dice con amargura-. Ha enviado una carta pidiendo el honor de que lo acompañes en un evento que se llevará a cabo en su mansión... En Alemania.